Sin mucha formalidad, pero con la bondad estampada en el rostro, sale a recibirnos en la puerta de su casa, donde comparte con familiares, amigos y vecinos la felicidad de haber sido condecorado recientemente con el título honorífico de Héroe del Trabajo de la República de Cuba.
En su verbo se denota la modestia de quien transita por 35 años de vida laboral, sin desprenderse de su idiosincrasia guajira, que germinó en los campos de Chorrera, en La Sierpe, y dejó en él una huella de laboriosidad.
La ciudad lo acogió con más bríos cuando en 1981 comienza su formación como técnico de nivel medio en la especialidad de Contabilidad y Finanzas, de la cual egresó con título de oro; luego se graduó de Inglés e Italiano en la Escuela de Idiomas de Sancti Spíritus, pero la vocación por manejar era más fuerte cada día.
Varios centros de trabajo sirvieron de base en su consolidación como economista, hasta que en 1990 se incorpora a la entonces Villa Rancho Hatuey como chofer.
“Mi delirio es manejar, disfruto cada momento del viaje, sobre todo cuando llevo a personas de otras nacionalidades en mi taxi, primero porque sé que ellos confían en mi capacidad para conducir y, segundo, porque llego de punta a cabo del país, conozco lugares, intercambio con mucha gente y comparo el desarrollo que poco a poco alcanzan los territorios», dice Rolando.
Convencido del papel que le toca desempeñar en la sociedad, Roly, el taxista, como muchos suelen llamarle, con apenas 54 años, es el cubano más joven en alcanzar tal condición. En su haber existen méritos que denotan su grandeza como trabajador y como persona; muestra de ello son las 65 donaciones voluntarias de sangre y los más de 10 000 pesos en divisa entregados por él para contribuir a la noble causa de la lucha contra el cáncer y al Programa de Atención Materno Infantil.
Pero otros pasos guían la vida y obra de este transportista, vinculado desde hace cuatro años al trabajo no estatal, adscrito a Taxis-Cuba en la provincia; se trata de su quehacer como delegado a la Asamblea Provincial del Poder Popular y los estrechos lazos que lo unen con el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, donde facilita, además, el traslado de vacunas, médicos y especialistas para la implementación de ensayos clínicos.
Entre sus premisas están las de trabajar con voluntad, sin prisa, pero seguro para evitar accidentes, y seguir sirviendo por el resto de su vida a esta sociedad, a este país, a esta Revolución.
De Roly se pudieran decir muchas cosas, pero si hay algo en él que cautiva es la modestia, la nobleza de carácter, el sentido humanista de sus palabras, sin desestimar el agradecimiento eterno a la familia, sobre todo a Emma, su esposa, que la considera también una heroína porque sin ella nada habría sido posible; a su hija, su nieta y a Fidel, el faro que guía sus pasos e ilumina las carreteras en cada uno de sus viajes.
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