El distinguido actor cubano Julio César Ramírez regaló a los espirituanos la puesta en escena de su unipersonal El último café, en el Teatro Principal, singular obra que más allá de un existencialismo que a algunos pudiera parecer lejano, revela las interioridades reales que han marcado a familias cubanas en los últimos tiempos.
Dueño absoluto de la escena, de los motivos, de la gestualidad, de miradas cómplices, de verbo claro, de comunicación precisa, de intimidades, Julio César pone en vilo al público, que al final de la puesta en escena le retribuye con interminables aplausos.
El escenario, sencillo, real, matizado por luces conspiradoras, por motivos y por secuencias de una vida que no nos es ajena, puso el sendero preciso para lograr la empatía y la fluidez comunicativa entre actor y un público que requiere cada día más y más de las artes escénicas.
El último café nos deja con ese sabor que queda cuando queremos alimentar más y más nuestras almas.
Bueno eso. Julio César es un actor de excelencia y tenerlo en Sancti Spíritus debió ser gratificante. Espero que Teatro D’ Dos vuelva a traer su arte a esa tierra, que también es mía. Saludos
Buenas Yorelbis Toledo, trato de ver si eres la persona que en el año 1993 jugaba partidas de ajedrez, en ese tiempo por correspondencia, en una Federación que unía a personas de diferentes países para este fin. Me mandaste unas revistas y una tarjeta. Mi nombre es Norman Alejandro Arcia Muñoz, buscame en Facebook si eres esa persona, si te recuerdas, y si estas interesado en terminar esas partidas que nunca terminamos.