Los trabajadores por cuenta propia que se dispongan a ejercer como panadero-dulcero, pelador de frutas o a prestar servicios de bares y recreación a partir de ahora también deberán tener la certificación del Ministerio de Salud Pública
A tono con la reconfiguración del trabajo por cuenta propia de la isla —cuyas normativas entrarán en vigor a partir de diciembre próximo—, el Ministerio de Salud Pública ha emitido nuevas disposiciones para quienes deban poseer licencia sanitaria.
Según trascendió en Sancti Spíritus, en el seminario de actualización sobre el tema que viene impartiéndose por toda Cuba, a partir de ahora las actividades de panadero-dulcero, pelador de frutas y servicios de bares y recreación —las cuales se estrenan en la nueva norma— deberán tener la certificación del Minsap para su ejercicio.
A ellas se añade la decena de actividades a las que ya se les solicitaba la licencia sanitaria, las cuales requerirán de inspecciones sanitarias estatales in situ, la verificación de la adecuada disposición de los residuos, las condiciones higiénico sanitarias de los locales y los alimentos, así como la garantía de la materia prima.
En la nueva norma jurídica —que es la 179, emitida el 2 de julio del 2018— se especifica, además, que para la obtención de las licencias sanitarias los trabajadores por cuenta propia deberán mostrar su aptitud física y mental, la garantía de un abasto de agua en cantidad y calidad suficientes para las labores a desempeñar y una correcta disposición final de los residuales líquidos y los desechos sólidos.
Corresponde al Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología —y a sus homólogos municipales— ofrecer la capacitación adecuada, pues en caso de detectar condiciones que puedan comprometer la salud de los clientes y los prestadores de los servicios, son estas instituciones las facultadas para el retiro de la licencia.
De acuerdo con la información ofrecida por autoridades de los ministerios implicados en el trabajo por cuenta propia, la rigurosidad en el otorgamiento de las licencias sanitaras persigue evitar la proliferación de brotes de distintas enfermedades y el cuidado extremo con la salud de todos.
Tal es así que, según se revelaba por las fuentes, en el caso de quienes elaboran ahumados u otros productos que requieran en su elaboración aditivos, colorantes o preservantes solo se va a autorizar en aquellos casos donde la inspección sanitaria estatal pueda fiscalizar el proceso productivo y en los que se pueda demostrar, mediante pruebas de laboratorio, que los niveles de residuos utilizados están aptos para el consumo.
Como el resto del país, Sancti Spíritus deberá fortalecer su cuerpo de inspección estatal y crear las condiciones para que cuando en diciembre próximo se ponga en vigor lo dispuesto en la Gaceta Oficial Extraordinaria No. 35 exista garantía de supervisar al detalle cada uno de los oficios.
En la provincia, más de 26 526 personas se involucran en las distintas actividades establecidas en estas formas de empleo no estatal, cifra que ha ido creciendo exponencialmente desde que se abriera el trabajo por cuenta propia ocho años atrás cuando solo se contabilizaban más de 9 000 espirituanos.
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