En un documento fechado el 16 de octubre y firmado por el ingeniero Alberto Eirín González, quien dirige la Delegación Provincial de Recursos Hidráulicos, se pronuncia acerca del texto publicado en esta columna el pasado 22 de septiembre bajo el título “En Cayajaca, la vaca por la chiva”.
Dicho espacio aludía a la situación de un grupo de campesinos del barrio de Cayajaca, municipio de Cabaiguán, que no disponían de agua para el uso hogareño y para los cultivos, por cuenta de la supresión del servicio de Acueducto. El remitente afirmaba que el servicio, debidamente tramitado, fue estable hasta que se suprimió para instalar una nueva conductora, con la explicación de que se les construirían pozos a los afectados.
Agregaba que los pozos existen, pero por indicación de Salud Pública no pueden ser utilizados ya que sus aguas no están aptas para el consumo humano. También abogaba por la restitución del sistema anterior.
La misiva de Recursos Hidráulicos precisa que se trata de la Cooperativa de Créditos y Servicios Alfredo Ferrer, del Consejo Popular de Cuatro Esquinas, y afirma que la interrupción del servicio obedeció a que la conductora, puesta en explotación en 1986 para suministrar agua a Cabaiguán y Guayos, debió ser sustituida en un tramo de 4 kilómetros debido a su mal estado técnico. Especifica que la referida red hidráulica, de 10 kilómetros de longitud, presentaba frecuentes salideros que interrumpían el abasto, y entregaba 300 litros por segundo desde la planta potabilizadora de Macaguabo hasta la estación de rebombeo de Cabaiguán. “Hablamos de una conductora de gran diámetro, cuya función es trasvasar agua de un lugar a otro y no hacer entrega en ruta desde ella”, agrega.
Igualmente, precisa que la Norma Cubana NC53-121/84 es categórica al disponer: “No se proyectarán entregas en ruta desde la conductora, excepto en aquellos casos que resulte imprescindible por razones técnicas económicas debidamente fundamentadas”. También se recuerda que las mencionadas viviendas se ubican en una zona rural, usualmente abastecida con pozos.
Al mencionar los casos que todavía se servían de la conductora, el organismo explica que la desconexión se produce “tan pronto se sustituya el conducto”, y subraya que situaciones autorizadas con anterioridad, las cuales violan lo establecido por las normas cubanas, no pueden legalizarse. “No obstante, a los usuarios desconectados en estos momentos se les perforan pozos para suplir el abasto a sus viviendas, así como se gestiona la posibilidad de que adquieran (…) bombas de mano para la extracción del agua”.
Por lo que infiere Escambray, en Cayajaca se violaba lo establecido, pero el responsable de ello debió explicarlo de esa manera. Mientras mejor se cumpla el precepto de información y comunicación oportunas, mayor será la comprensión por la ciudadanía de las medidas que pueden afectar algún servicio vital, como el que nos ocupa.
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