La campaña internacional para que el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva sea declarado Premio Nobel de la Paz en 2019 está en etapa de formalización, revela este 23 de noviembre el semanario Brasil de Fato.
La idea es que firmen un formulario, en la página del Comité Noruego del Nobel, hasta el 31 de enero. En total, 400 mil personas se adhirieron a la campaña desde el año pasado, indica la publicación.
Agrega que Esquivel y los demás defensores consideran a Lula un luchador incansable contra el hambre y la pobreza, y su trayectoria lo transformó en un líder mundial por la paz y la dignidad humana.
Según el estatuto de la Fundación Nobel, una candidatura válida para el Premio Nobel de la Paz requiere la firma de miembros de asambleas nacionales y gobiernos nacionales de Estados soberanos, así como de actuales presidentes, de representantes la Corte Internacional de Justicia en La Haya y del Tribunal Permanente de Arbitraje en La Haya.
De igual manera se necesita la rúbrica de integrantes del Instituto de Droit International; profesores universitarios, eméritos y asociados de historia, ciencias sociales, derecho, filosofía, teología y religión; rectores universitarios y directores de universidades.
Asimismo se requiere la signatura de directores de institutos de investigación de la paz y de política exterior; personas que recibieron el Premio Nobel de la Paz; del directorio principal de organizaciones que recibieron esa galardón; miembros, exmiembros y exasesores del Comité Noruego del Nobel.
Las propuestas de esa junta serán presentadas en su primera reunión, prevista para después del 1 de febrero.
Esquivel divulga la campaña en la plataforma Change.org y en las redes sociales.
Su mensaje a los partidarios de la candidatura reza: ‘Haga la indicación, ya hice la mía, no hay tiempo que perder en la lucha contra el hambre. Debemos proteger a los más vulnerables Y reconocer a aquellos que dan todo, incluso su libertad, para construir la paz’.
En Brasil, la candidatura tiene el respaldo de miles de personas, incluyendo figuras de la vida política que no formaron parte de los gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT) y no estuvieron al lado del exgobernante durante toda su trayectoria.
Durante los dos mandatos de Lula como presidente, de 2003 a 2010, la pobreza cayó un 50,64 por ciento en Brasil, según una encuesta realizada por la Fundación Getúlio Vargas en 2011, a partir de resultados obtenidos por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística.
Brasil de Fato subraya que tras la persecución incansable de un juez (Sérgio Moro) que se convirtió en ministro, ‘Lula sigue como el más notorio preso político del mundo, aislado del proceso electoral y silenciado por el Poder Judicial’.
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