El programa de siembra de caña de la provincia espirituana llega a su etapa decisiva mayo-agosto en condiciones tensas, porque, además de que en ese período debe materializarse el 71 por ciento del plan anual —10 170 hectáreas—, la ejecución prevista entre enero y abril reporta atrasos, debido a que las precipitaciones a inicios de año impidieron realizar la preparación de tierra que se había previsto.
El alargamiento de la cosecha azucarera hasta mayo coincide con la primera parte del pico de la siembra, lo que obligará a extremar la planificación de las fuerzas y la maquinaria a fin de aprovechar el calendario y arribar a junio, el mes idóneo para la plantación, con la tierra comprometida alistada.
Himeldo Díaz Roig, especialista de Caña en la Empresa Azucarera Sancti Spíritus, declaró a la prensa que hasta abril el programa de siembra enmarcado en áreas con posibilidades de riego de agua se comporta al 82 por ciento, déficit que es recuperable, y sostuvo que hasta la fecha se reporta buena germinación en los campos.
Añadió el especialista que actualmente se garantiza la preparación de la tierra a partir de la alta explotación de la maquinaria, sobre todo la de nuevas tecnologías, en tanto debe aprovecharse al máximo la época de primavera porque la mayor cantidad de áreas cañeras son de secano, acotó.
Como parte del programa de recuperación cañera emprendido en el territorio en los últimos cinco años se han plantado alrededor de 15 000 hectáreas que antes estaban cubiertas por marabú, estrategia que prioriza la zona sur del central Uruguay, donde también existen potencialidades para el regadío.
De acuerdo con el programa de desarrollo concebido en la provincia, en el 2022 deben de quedar selladas las más 52 000 hectáreas inscriptas en el patrimonio cañero y, a la par de ese propósito se proyecta incrementar los rendimientos agrícolas, los que actualmente se consideran bajos porque no sobrepasan las 33 toneladas por hectárea.
Importante tarea para garantizar la materia prima de la próxima contienda.
Garantizar la materia prima para la próxima zafra es una tarea primordial,
no se debe descuidar esta tarea. Debemos lograr una mayor vinculación de los jóvenes a estas labores.