La cineasta española Iciar Bollaín estrenará este siete de diciembre en La Habana su más reciente película, Yuli, inspirada en la vida del bailarín cubano Carlos Acosta.
El 40 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano propicia la exhibición de esta obra en el Teatro Karl Marx, con la presentación de gran parte del elenco y el equipo de realización.
Con el citado largometraje, el guionista británico Paul Laverty, ganó recientemente el premio de guion en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, España.
Críticos europeos concedieron calificativos de ‘luminosa’, ‘emotiva’ y ‘deslumbrante’ a la cinta protagonizada por el propio Acosta, junto a los cubanos Santiago Alfonso, Laura De la Uz, Yerlín Pérez, Keyvin Martínez y el niño Edilson Manuel Olbera, entre otros actores.
La compañía Acosta Danza también participa en el largometraje elaborado sobre el guion de Laverty, dos veces ganador de la Palma de Oro de Cannes y habitual escritor de los filmes de Ken Loach.
Para este filme en particular, Laverty se basó en el libro autobiográfico del bailarín, No Way Home, aunque la realización no pretende presentar un biopic.
De acuerdo con Bollaín, la película gira en torno a la intensa relación entre un padre y un hijo.
Un pronóstico se cumplió en la vida de Acosta: el del padre, pues de niño no quería estudiar ballet y, luego, cuando descubrió su pasión por la danza no imaginó que llegaría a ser uno de los mejores bailarines del mundo.
Con el presentimiento de que algún día su hijo se convertiría en una personalidad importante, Pedro Acosta bautizó a Carlos con el apodo de Yuli, porque le consideraba descendiente directo de Ogún, un dios africano, un guerrero.
La dirección de fotografía del filme corrió a cargo de Álex Catalán y la banda sonora de Alberto Iglesias, en tanto María Rovira creó las coreografías para la película producida por entidades de España, Francia, Alemania, Reino Unido y el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica (Icaic).
Acosta fue estrella del Royal Ballet de Londres hasta su retiro de los grandes clásicos en 2015, año en el que el Círculo de Críticos de Gran Bretaña le concedió el Premio Nacional de Danza en reconocimiento a sus logros durante toda una vida dedicada a ese arte.
Igualmente, en Cuba ostenta el Premio Nacional de Danza, mientras en Reino Unido tiene el título de Sir, concedido en 2014, al recibir la condecoración de Comandante del Imperio Británico.
Con Acosta se rompió el canon de príncipes, duques, protagonistas de coreografías clásicas europeas concebidas originalmente para intérpretes blancos, y solo asumidas por ellos.
De hecho, el largometraje concluye con una escena del bailarín como primer Romeo negro en la historia del Royal Ballet de Londres.
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