Ante la medida tomada por las autoridades del Ministerio de Educación acerca de la eliminación del examen de Español como requisito de ingreso a los Institutos Preuniversitarios de Ciencias Exactas, la Academia Cubana de la Lengua hace constar las siguientes consideraciones:
PRIMERO:
Sobre la base de principios fundamentales e irrenunciables acerca de la conveniencia de mantener una educación pública y laica, sin motivaciones económicas inmediatas que puedan sesgar su funcionamiento, con énfasis en el conocimiento y la ciencia, con un sentido de equidad que permita total acceso, y concebida como deber y derecho, hace ya varios años, los Ministerios de Educación y Educación Superior determinaron incluir el examen de español como requisito de ingreso a la universidad para todos los estudiantes que optaban por carreras, cualquiera fuera su índole, en el entendido de que como parte de los requerimientos profesionales imprescindibles se encuentra el dominio adecuado de la lengua materna.
Esta medida ha sido completamente justa y apropiada no solo dado el carácter patrimonial, identitario, simbólico y testimonial que la lengua materna tiene para todos los integrantes de una comunidad, sino también por la condición de habilidad profesional indispensable que el dominio de la lengua reviste.
SEGUNDO:
La competencia lingüística necesaria y suficiente de cada profesional para ejercer su especialidad con éxito no es equivalente, sin embargo, a contar con la capacidad para evaluar o tomar decisiones en temas lingüísticos que atañen a todos, para lo cual parece necesario el concurso de especialistas en la materia.
En los últimos años, en atención a criterios seguramente valiosos, aunque parciales, hemos asistido al abandono de la medición de la habilidad de dictado, fundamental para los profesionales; a la falta de estrategias efectivas en relación con el dominio de la lengua española, inversamente a la potenciación de las lenguas extranjeras, en particular el inglés; y a la falta de congruencia entre las posturas teóricas ante la lengua y las acciones prácticas en que ellas se manifiestan.
TERCERO:
Los instrumentos con que se cuenta evidencian, sin embargo, más allá de cifras y porcientos, manquedades reales en la formación de los futuros profesionales en cuanto a la ortografía y la distinción entre el código oral y el escrito, la capacidad para lograr una coherencia adecuada, sobre la base del manejo de los recursos cohesivos; la creatividad y disponibilidad de ideas para la construcción de textos; en resumen, que nuestros jóvenes aspirantes a carreras universitarias aún afrontan dificultades en el manejo de su instrumento expresivo, no solo ortográficas, sino de calidad de las ideas, de coherencia y cohesión, que demandarían una ejercitación mayor y más creativa, una evaluación más sistemática y consecuente, y, en particular, colocar la responsabilidad del conocimiento esencialmente en el propio alumno, en la medida en que ese aprendizaje se convierta en significativo para él. Los resultados, incluidos los obtenidos en el Español básico que se evalúa a los matriculados en los cursos para trabajadores y por encuentros como parte ya de su proceso formativo inicial, permiten afirmar que las medidas tomadas no han sido aún totalmente efectivas.
La preferencia por otras normas, los rasgos de inseguridad y los fenómenos de prestigio encubierto que revelan las investigaciones pudieran estar influyendo en la desatención de la lengua propia.
CUARTO:
La experiencia demuestra que mientras más independencia se da al estudiante, y más se le deja hacer, se toma en cuenta su opinión, o se reta su capacidad, más se desarrolla el joven, e incluso más disfruta lo que hace; en consecuencia, como se sabe que la posibilidad de pasar un examen para lograr un objetivo concreto se convierte en un incentivo para lograr habilidades lingüísticas como las comentadas,la decisión adoptada no favorece, más bien desestimula el interés del estudiante.
Las causas de la decisión parecen relacionarse con el rescate de los objetivos fundacionales de esos centros, la distribución de asignaturas por campos del saber, y la voluntad de dar mayor peso a las asignaturas específicas de interés del estudiante sin aumentar la cantidad de exámenes. Mientras existe un requisito de haber alcanzado 90 puntos en la Matemática y la ciencia específica seleccionada para poder optar por el IPVCE, no lo hay, en cambio, para la lengua.
Parece ocioso insistir en que la esencial fuente de conocimiento, que situamos en la observación, el estudio, la ciencia, una ciencia específica, la práctica… pasa necesariamente por una lengua: se piensa en esta lengua, se observa en la lengua, se trabaja en la lengua, se hace ciencia en la lengua. De ahí que si queremos formar científicos cabales no podamos descuidar este aspecto.
QUINTO:
Convendría pensar, entonces, en soluciones alternativas que respondan a los mismos objetivos: por ejemplo, que los estudiantes se examinen de Matemática e Historia en un primer nivel de selección, que sirva de filtro, y que para lograr el ingreso definitivo a la especialización examinen Español y la materia de su interés. También puede pensarse en un único examen con cuatro secciones de puntuación equitativa que sería calificado por los profesores de todas las materias. Otras ideas que contribuyan a mantener el requisito indispensable de lengua serían también valiosas.
Finalmente, en cualquier caso, la Academia Cubana de la Lengua expresa su desacuerdo con la decisión y reitera su disposición de colaborar, como lo ha venido haciendo, en cualquier empeño que contribuya al conocimiento y cultivo de la lengua propia.
Para los que no recuerdan el significado IPVCE significa Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas. se deduce que sus egresados obtén por carreras técnicas. Pues esa fue su formación. Cosa que no pasa y los estudiantes de estas escuelas en ocasiones optan más por asignaturas de Letras que de Ciencias.
Las pruebas de aptitudes tienen que ser lo más cercanas al perfil de la institución. Para estudiar Cultura Física se hacen pruebas de deporte y capacidades físicas. Los que optan por carreras de arte demuestran habilidades de pintar, musicales u otras dependiendo de la especialidad.
El IPVCE hacia dos pruebas de letras y una de ciencia, es como hacer una prueba de trompeta, una de correr 100 metros y una de español para estudiar periodismo. El IPVCE solo está haciendo exámenes más acordes al perfil de su institución.
Además, nuestros estudiantes no saben español no porque el IPVCE no haga la prueba. El problema de la lengua materna no radica en la aplicación o no de una prueba que realizaran a lo sumo el 15% de la masa estudiantil de secundaria básica. Ese problema parte de la casa, pasa por círculos infantiles, primarias, secundarias, sociedad, medios de comunicación y mucho más.
Cierto es lo que plantean algunos sobre los problemas con la lengua y en cierto modo la prueba de español “obligaba” a estudiar español a os optantes. Pero si se analiza el tema con objetividad y sin miedo las preguntas serian.
¿Porque no desaprueba casi ningún alumno español en las secundarias y los preuniversitario?
¿Porque casi todos los estudiantes de primaria, secundarias y los preuniversitario terminan con notas por encima de 90 y hasta 95 en español?
Amigo Leobel, respeto su opinión, pero si nos basamos en los objetivos específicos del IPVCE y fundamentamos la decisión de eliminar el español de las asignaturas a examinar solo porque este tipo de centros va encaminado a la orientación de los alumnos a carreras científicas, entonces creo q también deberían limitar a los educandos de optar por aquellas especialidades que no estén dentro de ese perfil…
Estoy de acuerdo con usted y creo que ya en alguna ocasión se intentó tomar esa decisión. Pero algunos protestaron. Lo que pasa es que, muchos padres quieren entrar sus hijos al IPVCE porque es un “Pre Bueno” y en años anteriores porque no estaba en el campo (para los de SSp). Eso hace que se desvirtué la razón de ser del IPVCE. Nadie estudia Cultura Física porque es en SSp, con la aspiración de cuando se gradué ocupar una plaza de Ingeniero Civil ( pq esa ingeniaría se estudia en Santa Clara )
Lo que me llama la atención de la “protesta” de la Academia Cubana de la Lengua, de su indignación porque una institución decidió quitar una prueba de español. Me gustaría oír con fundamentos científicos en qué medida esa decisión afectaría más, el CAÓTICO estado de nuestra Lengua Materna. Los problemas de la Lengua Materna no se resuelven con pruebas.
Total, pruebas de español se hacen a diario. Las de las escuelas, las ministeriales, recuerdo la que se realizó a los estudiantes de las universidades y que …….99,9%. Eso si fuera tema para que la Academia Cubana de la Lengua se preocupara metiera la mano. Eso son temas calientes, fuertes para discutir, como lo es la enseñanza del Español en nuestros centros educativos……….Pero formar una polvacera porque el IPVECE eliminó la prueba de Español es hacerse notar de forma fácil y poca comprometedora. Para mí no es más que un grito de: “EXISTIMOS”
Estoy totalmente de acuerdo con la decisión adoptada por la Real Academia de la Lengua, soy un profesional graduado y forjado en los principios eticos de nuestra hermosa sociedad surgida lugo del Triunfo de nuestra Revolución y no concuerdo con esta nueva medida que se quiere tomar (la decisión de suspender el idioma de Español de las pruebas de ingreso); particularmente he participado en diversos encuentros efectuados entre profesionales graduados por nuestras Universidades y he sido testigo de gran cantidad de barbaridades que algunos pronuncian en la exposición de algunos trabajos presentados y que no se interpretan de la forma que se debe producto de incurrir en errores de pronunciación ó como aquí se refleja en este comentario, en diversas faltas de Ortografía; debemos luchar porque nuestra sociedad enriquezca y perfeccione cada vez más nuestra Lengua Materna y no la «Denigre» como en muchos casos se ha hecho, somos los continuadores de la gran tarea que nos legó Cervantes y debemos impusarla, NO FRENARLA, como se quiere lograr con esta determinación erronea; luchemos entonces por seguir adelante con un lenguaje adecuado e intelegible, de lo contrario estaremos negando el proceso de Desarrollo Social, muchas gracias a la Real Academia por salir al paso ha tamaña barbaridad.
No hay más que escuchar niños y jóvenes en las calles para apoyar el punto de vista de la academia y,en mi opinión,quien propuso lo de eliminar el examen de español esta alejado de la realidad, dicho en neolenguaje Orweliano,para suavizar y siguiendo la costumbre
Sabio y fundado desacuerdo el pronunciado por la Academia con la decisión de eliminar como prueba de ingreso el Español para los IPVC.
Bien sabemos que los egresados de esos centros no descuellan por sus conocimientos de la lengua nacional, saben de átomos y gravedad pero casi nada de cómo escribir y hablar correctamente y mucho menos escribir un cuento.
!Qué desafortunada decisión en las cercanías de la conmemoración de Cervantes, maestro excelso del idioma español!