Para el artista de la plástica Félix Madrigal en cada idea y estrategia nueva está el Apóstol presente, vigilante y sugerente
En medio de los ajetreos de la sexta edición del evento EnBarrarte, entre el olor al barro recién moldeado, entre los inquietos ojos y manos de noveles alfareros y ceramistas, el distinguido artista de la plástica Félix Madrigal, anfitrión por excelencia del taller, vive momentos para él imprescindibles.
“Martí me llega siempre, como la inspiración, la fuerza, las ideas, y su presencia es ahora más sólida con los recientes sucesos de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
“En la renovación hay continuidad, hay fluidez, hay constancia, hay ejemplo y valores; pero, sobre todo, patriotismo de cubanos cabales”.
Para Madrigal, en cada idea y estrategia nueva está Martí presente, vigilante, sugerente. Y por ello en su obra, en su quehacer, Martí no faltará nunca.
“De Martí hay todavía mucho que aprender”, sentencia el anfitrión de EnBarrarte, sobre todo si estamos conscientes de que ser útiles a la Revolución no es ni encrucijada ni propósito; es una realidad, como esa sangre que salpica nuestras venas.
Una obra en dimensiones grandes, a partir del barro, con las figuraciones de palmas entre la cabellera del Maestro, ocupan a Félix Madrigal.
La trascendencia de Martí es hoy más luz, es hoy motivaciones definidas, por ello lo acercaré a todos —refiere el artista— permeado de sus virtudes, sin dogmas, agigantado por los valores que le han hecho trascender y perdurar.
“Esta obra que estoy por terminar es un tránsito a lo que vendrá después, porque para mí Martí es eternidad”, sentencia.
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