Croacia derrotó en la tanda de penales a Rusia y clasificó a las semifinales de la Copa del Mundo de fútbol luego de 20 años de ausencia
Las tribunas del estadio Fisht estallaron; los fans presentes en el recinto y todo el país comenzaron a soñar en serio con la realización de la quimera; a esa hora solo recordaban que los últimos cinco anfitriones que disputaron la ronda de cuartos de final lograron evolucionar hacia las semis.
El milagro era una opción que ganaba forma. Pero todavía quedaba mucho camino por recorrer. El equipo de Croacia estaba repleto de estrellas de primer nivel, del Real Madrid y el FC Barcelona, la crema y nata.
La reacción croata llegó de inmediato. Andrej Kramaric igualó las acciones en el minuto 39. Finalizó, de cabeza, un contragolpe exquisito, relampagueante.
Parecía que las aguas tomaban su nivel. Croacia crecía. Rusia aguantaba como podía, con mucho valor.
En esa vorágine se fueron los primeros 45 minutos, y también los segundos. Al final del tiempo reglamentario prevalecía el empate 1-1 en el pizarrón de Sochi. Venían las prórrogas, y si la igualdad permanecía inamovible, los penales.
Pero Croacia logró ponerse delante en el minuto 101. Domagoj Vida alzó su voz y marcó también por la vía aérea, y todo parecía definido. Las caras de frustración se adueñaron de los presentes en el estadio. Sin embargo, la historia todavía tenía tela. Rusia, cuando muchos ya se ahogaban en lamentos, empató las acciones en el minuto 115, por intermedio de Mario Fernandes, un brasileño nacionalizado ruso en 2016.
El drama llegaba a límites estratosféricos. La suerte del partido se definiría en la ruleta rusa de los penales, nunca mejor dicho.
Ambos equipos habían llegado a cuartos de final tras imponerse en octavos en esa dichosa lotería a las escuadras de España y Dinamarca. La tensión era máxima.
Rusia erró su primer tiro, Fedor Smolov prácticamente regaló su intento, sin embargo el arquero de los locales Igor Akinfeev detuvo el lanzamiento de Mateo Kovacic y puso las tablas en la tanda. Era increíble lo que se vivía en Sochi.
Pero el brasileño Fernandes pasó de héroe a villano al mandar su disparo, potente, fuera de los límites de la portería, muy ancho, a la derecha del arquero croata Danijel Subasic.
Después de eso, Akinfeev no pudo detener más ningún tiro de los croatas y Rusia y sus más de 144 millones de habitantes claudicaron como titanes.
Ivan Rakitic, ganador de todos los títulos habidos y por haber a nivel de clubes con el Barcelona, marcó el gol definitivo, el tanto que metió a Croacia en semifinales por primera vez desde 1998, por segunda ocasión en su historia.
En esa etapa, los croatas tendrán de adversarios a los ingleses, que horas antes habían eliminado a Suecia, por 2-0, sin sudar mucho la camiseta.
Después de vencer a Nigeria, Argentina e Islandia en la fase de grupos, Croacia debió llegar hasta los penales para eliminar a Dinamarca y Rusia.
Ese gran desgaste físico y mental puede pasarle factura en su próxima presentación contra Inglaterra, un equipo que va de menos a más en la Copa del Mundo.
Rusia, que jamás había superado la fase de grupos desde que se formó como país independiente en 1991, puede despedirse con orgullo, con la cabeza alta; sus hinchas -horas después- todavía aplauden tamaña actuación en el certamen.
Muy lindo el comentario, solo vale aclarar que Rusia no se formó como país independiente en 1991. Rusia como nacion ha existido desde tiempos inmeroriales.
A lo largo de la historia Rusia se ha anexado otras naciones que luego a perdido pero Rusia como nacion siempre ha sido Rusia.