Casi un año después de ganar una honrosa medalla de plata en su campeonato nacional, aunque con ligero cambio en la nomenclatura etaria, el elenco Sub-15 de béisbol de Sancti Spíritus, ahora con categoría 15-16 años, tiene la opción de cambiarle el color a su presea o al menos igualarla.
Tendrán como entonces la misma sede cuando diriman la final del 2 al 8 de mayo en terrenos espirituanos. ¿Qué tanto cambió aquel elenco? No mucho. Apenas dos jugadores que por distintas razones no están, pues tienen el mismo director, David Pérez Castillo, experto en extraer el jugo a muchachos de estas edades.
“Es básicamente el mismo equipo, con un año más de experiencia para todos; además, vienen interactuando juntos en otras finales de categorías inferiores y eso ayuda mucho en la cohesión, la compenetración. Tienen la motivación que cinco de estos muchachos fueron regulares en el equipo Cuba que ganó bronce en el Panamericano de la categoría. Nos hemos preparado con gran ahínco, con una meta fija desde que comenzamos, el primer paso era clasificar y el otro ahora es buscar la medalla”.
Según el director, en los play off el pitcheo y la defensa resultan fundamentales y esas son las armas más poderosas del equipo.
Lo del pitcheo lo dicen los números al ser los mejores de Cuba con 2.59 PCL, un whip de 1.25 y bateo contrario de apenas 197, sin permitir cuadrangulares, un saldo que se parece mucho al pasado año y que para el entrenador Ramón Gardón tiene su base en el trabajo sistemático.
“Los lanzadores se han preparado mucho, hemos enfatizado en el control y ha mejorado a partir de la sistematización que es lo que da el fruto. Esta fase final es más dura, pero tenemos definidos bien los abridores, intermedios y cerradores. El primero lógicamente será Luis Danys, y luego Ewin Parra, luego hay que ver cómo se comporta el equipo, pues son cinco juegos y hay que salir a ganar, no se puede pensar en otra cosa”.
Que Luis Danys Morales vuelva a cargar sobre su brazo el peso del elenco, tiene una explicación lógica. El muchacho de Tuinucú mejoró los dígitos del pasado año, que parecían irremplazables. Se ubicó segundo del país en juegos ganados con 9-1, incluido un no hit-no run y tres lechadas, fue líder en Promedio de Carreras Limpias (0.63); en ponches, con 86 en 71.1 entradas de labor y le batearon para solo 154 de average.
“Es un año nuevo y las cosas tienen que salir mejor, aunque tenemos otro profesor, hicimos casi la misma preparación, de ahí que solo permití cinco carreras en 12 juegos. Mi velocidad anda por las 90 millas, pero lo más importante es tener la mente fresca y concentrada, pues el equipo confía en mí, por eso saldré a darlo todo”.
También Kevin Arévalo estuvo muy bien en el pasado campeonato panamericano, donde fue seleccionado como torpedero del Todos Estrellas. Esta vez el pequeño vuelve a ser puntal de una defensa que resultó la mejor del país con 961 de promedio colectivo y 29 jugadas de doble play. Al bate hizo lo suyo con 333 y sublíder en robos del torneo con 20.
“A pesar de la lesión que tuve me pude preparar bien, llevo dos años como el mejor del país. En el Cuba aprendí muchas cosas que he tratado de poner en práctica”.
Detrás de ese saldo defensivo mucho hay del trabajo de Lisvany Meneses, otra vez con las riendas del bateo y la defensa: “Hicimos casi el mismo trabajo del pasado año: coger muchos rollings desde las posiciones de fildeo y hacer hincapié en los poquitos errores que quedan por saldar”.
Con el oxígeno de defender los colores del Cuba, el receptor Yaidel Darío Guerra ve con buena vibra la fase que se avecina en la que no obstante se debe revertir el saldo de permitir 33 robos y 24 cogidos robando: “La preparación fue muy buena, en particular jugué 35 de los 36 partidos de la clasificatoria, incluso ir al equipo Cuba me aportó mucho porque nos enfrentamos a otra pelota”. Meneses, junto al resto del colectivo, ha tratado de explotar las mejores habilidades de sus muchachos para compensar un bateo que en esta ocasión no ha sido tan profuso al compilar 266. “Tuvimos muchas afectaciones en la preparación, primero por el ciclón y luego por las aguas de setiembre y octubre, pero lo suplantamos un poco con el empuje de las carreras en los momentos que nos hacían falta, también con el toque de bola y el juego rápido en sentido general”.
Con todos estos atributos Sancti Spíritus no tuvo limitaciones para liderar su grupo en la fase clasificatoria con 25 triunfos y 11 derrotas y ser terceros en el país, antecedidos por La Habana (28-8) y Matanzas (26-10), equipos que estarán en la sexteta finalista, donde también se incluyen Artemisa, Santiago de Cuba y Guantánamo.
Se jugará por el sistema de todos contra todos. Los dos primeros discutirán el oro, mientras tercero y cuarto pelearán por el bronce.
Luego de los resultados alcanzados por los Gallitos espirituanos, el pronóstico de David Pérez y de los muchachos es mejorar la medalla de plata.
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