Desde algebraicas hasta aritméticas, los espirituanos siguen haciendo cuanta operación matemática les ayude a sacar cuentas en este cierre al rojo vivo de la fase clasificatoria de la 58 Serie Nacional de Béisbol.
No es para menos. Cuando concluya el tercer y último encuentro vs. Camagüey este sábado, a los Gallos y al resto de los conjuntos les quedan apenas seis partidos oficiales. Después se efectuará una especie de “miniserie”, a juzgar por la cantidad de encuentros suspendidos, de los cuales se jugarán aquellos que incidan de manera directa en el otorgamiento de boletos a la segunda fase, que es como decir casi todos, tal como está aún la tabla.
Las cuentas, que resultan más difíciles a punta de lápiz por lo inefectivo y desinformado del sitio web del evento, se imponen. Sancti Spíritus se mantiene con opciones de seguir con vida, tras resistir los vientos ciclónicos de una temporada que a estas alturas es que comienza a repartir boletos con posibilidades antes del inicio de las actuales subseries, al menos para 15 de los 16 equipos, aunque la realidad diga otra cosa.
Justo es reconocerlo. Los Gallos han jugado por encima de sus opciones en una campaña que para ellos se anunció con viento en contra y ausencias notables. Pero ya que han saboreado la clasificación y durante todo el trayecto no se han ido del vórtice de los ocho, sus seguidores esperan que puedan concretar la hombrada.
En las operaciones numéricas, tienen en cuenta los rivales propios y los de aquellos “enemigos” más cercanos, lo cual a esta hora no arroja tanta luz en un torneo donde un juego significa avanzar o retroceder varios lugares, si no pregúntenle a Holguín, al cual las dos derrotas ante Sancti Spíritus no le hicieron bajar de los cuatro, o a Santiago de Cuba que, barrido por Mayabeque, tiene temblando su clasificación.
Por eso en cualquier ecuación que usted haga no debe perder de vista las variables de un contexto beisbolero entre los más reñidos que se recuerden en Series Nacionales. Por la escasa diferencia entre todos los conjuntos, la fórmula de ganar y ganar es la misma para todos los equipos, mucho más para los que están ya entre los ocho o bordean esa línea imaginaria.
Es la filosofía del mánager José Raúl Delgado, que escucha de reojo el saldo diario de los partes, más preocupado y ocupado como está de su propio escenario y moviendo cuanta ficha tiene a mano para garantizar el de hoy, sin pensar demasiado en el de mañana y con una advertencia que entiendo: “No me pongas el tareco de las entrevistas hasta que no acabe”.
De que los Gallos han jugado una pelota caliente nadie lo pone en duda. También ha sido alegre y pasional, tanto por parte de los que han logrado acaparar el puesto de titulares como por los de algunos traídos del banco, al estilo de Yoandi Baguet, el mejor de todos los emergentes, u otros desde el bullpen, que entre veteranos, términos medio y jóvenes ubican este staff entre lo mejor del país, aun sin tantos renombres.
De momento, esta semana le entró una inyección de vida. Casi sin desvestirse del traje de los Toros de Tijuana, Frederich Cepeda Cruz se puso el propio de los Gallos, que sintieron tanto el aliento de su madero como el de una presencia simbólica que el público supo aplaudir y el pelotero responder bateando como sabe hacerlo o regándose en las bases como un veinteañero.
“Fui a cumplir un contrato, terminó y vine. Fue una experiencia buena a pesar de ser muy corta, llegué a final de temporada y tuve que adaptarme a ese tipo de béisbol. Ahora estoy aquí, trato de aportar como designado porque tengo que aclimatarme a la preparación, solo hay que tratar de ganar, ganar y ganar sin mirar atrás, me gustaría clasificar directo, no recurrir a los comodines, pero de todas maneras lo importante es ir juego a juego”.
En el otro extremo, los Gallos tuvieron la baja de Luis Dariel Serrano, sancionado otra vez a dos años fuera del béisbol oficial “por abandono al equipo y la delegación que participa en la serie e intento de salida ilegal del país”, según consignó a Escambray Nelson Ventura, comisionado provincial de béisbol.
La subserie que se avecina ante Santiago de Cuba desde el lunes próximo puede ser decisiva… o no, porque aún le queda Guantánamo para cerrar la fase regular, un poco más separado en la tabla.
En ambos casos, el examen final será fuera de casa y ello puede complicar las cuentas de quienes los siguen a distancia. Como a la mayoría, a Sancti Spíritus le quedan pendientes dos juegos, uno ante Mayabeque que pierden 1-0 en el tercero y otro frente a Cienfuegos, que está por ir a Regla Schiller.
Por eso y porque a esta hora, más que los números, decide la realidad del terreno, los dejo con sus matemáticas y les aconsejo tener cerca medicamentos para la presión arterial, el corazón y la cabeza en este cierre de nervios, tensión y mucha presión para peloteros, colectivos de dirección y aficionados.
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