El Grupo de Lima ratificó su condición de frente externo de la oposición Venezolana, al excluir al presidente Nicolás Maduro de la Cumbre de las Américas
Tras una reunión de cinco horas en parte de la cual participó el presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, el cónclave de gobiernos hostiles a la administración de Caracas avaló la decisión del gobierno de Perú, de marginar a Maduro de la citada reunión, a realizarse en Lima el 13 y el 14 de abril próximo.
La canciller peruana, Cayetana Aljovín, anunció que la presencia de Maduro en la cita ‘ya no será bienvenida’, pese a que el gobierno de Perú lo había invitado, cumpliendo su deber de país anfitrión y el mandatario bolivariano había aceptado la invitación.
Invocó para ello la declaración de la Cumbre de las Américas de Quebec, Canadá, de 2001, que declara que la alteración de lo que llamó orden democrático en un país, es ‘un obstáculo insuperable’ para su participación en reuniones de ese tipo.
Los representantes de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Santa Lucía insistieron además en desconocer a priori las elecciones generales convocadas en Venezuela, porque no se ajustan a lo que llaman estándares internacionales.
Pidieron a Venezuela que reconsidere la convocatoria y presente un nuevo calendario electoral con participación de la oposición que, al igual que el gobierno de Estados Unidos, aplauden al Grupo de Lima.
Entre otros cuestionamientos al gobierno bolivariano, pide a este que permita establecer un corredor humanitario para aliviar las carencias de la población, producto, según la administración de Maduro, del sabotaje económico interno y estadounidense, factor sobre el que no se pronunciaron.
El grupo reconoció los esfuerzos de Chile y México de apoyo al diálogo entre el gobierno y la oposición de Venezuela, promovido por República Dominicana, en las que no participó el Grupo de Lima.
Tras la lectura de la declaración que plantea los puntos citados, la canciller de Canadá, Chrystia Freeland, insistió en las críticas al gobierno venezolano y la de Colombia, María Ángela Holguín, se refirió al problema de la inmigración de venezolanos a su país y a lo que llamó problema humanitario en Venezuela.
La cita obvió cualquier referencia a las declaraciones del secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, a favor de un golpe militar en Venezuela y a las denuncias de este país, sobre las amenazas de una acción bélica estadounidense contra su territorio.
Por el contrario, la canciller Holguín reiteró la alegación de su gobierno de negar el peligro, denunciado por Caracas, de un ataque militar estadounidense desde territorio colombiano, donde Washington tiene bases militares.
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