En cada una de las áreas que forman la moderna Industria Pesquera de Tunas de Zaza está la mano de sus trabajadores, un colectivo capaz de enfrentarse a largas jornadas de beneficio de especies marinas, y luego de muchas horas de labor, sin pegar un solo ojo, voltearse para la construcción de la planta de conformados, el laboratorio, los sitios de estar o cualquier otra parte que integra la infraestructura la cual se distingue, entre sus similares, como una de las más completas del país.
Nada allí parece ajeno, ni a directivos ni a trabajadores, los mismos que respiran salitre y exhalan satisfacción por pertenecer a un centro de lujo, dotado del equipamiento necesario, con condiciones que les permiten recibir la materia prima y, sin cruzar los procesos, asegurar que el producto terminado salga hacia sus diferentes destinos, comercialización y consumo con la calidad e inocuidad requeridas.
Pero el empeño de esta fuerza se remonta al año 2001, cuando el huracán Michelle le arrebató parte del inmueble utilizado como planta de proceso de la langosta y se entregaron por completo a la remodelación del entonces Centro de Desove del Camarón hasta convertirlo en la Industria Pesquera que es hoy. Todavía se recuerda aquella proeza laboral, culminada pocos meses después.
LA ACREDITACIÓN LLEGÓ DESDE EUROPA
Para Yoislán Rodríguez Urquiza, director de la Unidad Empresarial de Base Induzaza, junto a todo el movimiento remodelativo que les aportó confort a las instalaciones pesqueras en Tunas de Zaza está también el adiestramiento y capacitación de la fuerza, exigencia que garantiza realizar el beneficio de las diferentes especies marinas, con calidad y un alto aprovechamiento industrial, superior al del resto de las industrias de la isla.
“Primero, nos preparamos para recibir la visita de la Unión Europea con inspectores que emitieron un aval positivo para la exportación del camarón, producto líder, hacia los países que la integran —dice Yoislán—. De esta forma, nuestra industria traspasó los umbrales del mercado en frontera para adentrarse, con mayores garantías, en la competitividad del mercado internacional.
“Pero luego fueron otros los logros; por ejemplo, la Oficina Nacional de Normalización, tras una minuciosa revisión, otorgó la certificación de gestión integrada al centro, uno de las pocos del país que lo logran, tras certificar los sistemas, bajo los estándares de calidad que rigen las normas ISO -9001 y la NC 136 cubana, las cuales le permiten enviar sus producciones al mercado internacional con un sello distintivo y único.
Bien lo sabe Rosaida Soto Sarduy, la jefa de Calidad en el laboratorio de Induzaza, quien ha pasado días y noches estudiando los procesos, organizando documentación, velando por el desempeño de cada línea de beneficio, en fin, revisando minuciosamente cada eslabón de la amplia cadena vinculada con la eficacia del trabajo.
“Como resultado de esta intensa labor —dice Rosaida, la microbióloga— está también el crédito alcanzado tras la visita de especialistas de Japón y Rusia, los cuales constataron las buenas prácticas durante el proceso de beneficio de especies marinas con destino a la exportación.
“Todo este desempeño lo expusimos en presencia de otras empresas del sistema del Ministerio de la Alimentación en el país, las cuales escucharon, a petición de la titular del ramo, la experiencia de Induzaza en aras de garantizar la calidad e inocuidad de los alimentos procesados”, refiere la especialista.
APÉNDICES DE LA INDUSTRIA
Justo al lado de la Industria de Tunas de Zaza nació, recientemente, una Planta de Conformados de última generación, que le incorporará valor agregado a la materia prima derivada de las capturas de especies marinas. Unas 500 toneladas de productos terminados saldrán desde aquí, cada año, para la venta a la población en la red de casillas especializadas subordinadas a la Empresa Pesquera Espirituana (Episan).
El propio Yoislán refiere que ya cuentan en la provincia con varios establecimientos donde se expenden los surtidos que se obtienen en esta nueva línea de conformados y en la anterior, radicada en Casilda, por ejemplo, en Yaguajay, en los puntos de venta de Tunas de Zaza y Guasimal, y en un centro mixto para la venta de especies del mar, el primero del país, inaugurado recientemente en Casilda, donde además de la cafetería y el restaurante, especializado, se encuentra el área destinada a la venta de productos como paellas, hamburguesas, masa de croquetas y filetes empanados, entre otros, a precios módicos y en moneda nacional.
Autoridades de Episan en la provincia aseguran que estas novedades pesqueras se extenderán, igualmente, a la ciudad cabecera espirituana, con la apertura de otras casillas, en tanto se estudia la posibilidad de abrir otros puntos para la comercialización en comunidad rurales.
Aunque para garantizar cada una de estas producciones en la industria se necesita, más que todo, incrementar las capturas por parte de las flotas pesqueras con las cuales se sustentan las diferentes líneas de proceso; solo entonces los trabajadores de Induzaza podrán cumplir con el reto de procesar más de 1 435 toneladas durante el 2018.
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