Desde el pasado miércoles, las céntricas áreas del parque Serafín Sánchez Valdivia y el bulevar de la ciudad del Yayabo se han apropiado de otros colores y ritmos. Carteles, estands, algarabía, música y artistas, en constante interacción con los asistentes, han propiciado que se sienta viva la XXVII Feria Internacional del Libro.
Aunque con un ir y venir de personas menos tormentoso que en otros años, quizá por la escasez de títulos y ejemplares llegados hasta acá, la villa ha apostado por sacudirse de lo cotidiano al proponer un programa que, si bien no ha logrado la perfección, ha intentado abarcar diversos temas de interés.
Las propuestas teóricas, distinguidas todas por la presencia de los mejores intelectuales del territorio e invitados, pecaron, otra vez, en su mayoría por la falta de público. Ni siquiera las pensadas para los centros como la Universidad de Sancti Spíritus José Martí Pérez tuvieron la suerte de encontrar masividad.
De igual forma, sucedió con varias de las presentaciones de los títulos; incluso, se debió tomar la decisión de abortar uno de esos hechos porque sin personas interesadas es preferible pasar la página, pues no se trata de cumplir con un plan.
El propio Pabellón Juvenil sufrió de ese recurrente fenómeno espirituano. El espacio al que que se llega por la calle Céspedes de la Galería de Arte Oscar Fernández Morera se ha mantenido prácticamente con sus responsables.
“Hemos tenido lo mejor de los proyectos de la Brigada de Instructores de Arte y la Filial de la Asociación Hermanos Saíz del territorio, así como la presentación del grupo peruano Del Pueblo Del Barrio. Creemos entonces que sea por la ubicación del lugar que nos aísla un tanto de donde están las otras actividades”, opina Félix Rafael Delgado Barrizonte, uno de sus gestores.
Como uno de los atractivos de esta XXVII edición se alza el espacio La ciudad contada, conducido por Rigoberto Rodríguez Entenza, Coco, en el Centro para las Artes Serafín Sánchez Valdivia, donde mediante la narración oral y la presentación in situ de música hecha por alumnos de la Escuela Elemental de Arte Ernesto Lecuona y agrupaciones profesionales se hace culto a la palabra.
Para sorpresa de los máximos decisores del evento, desde el primer día las estadísticas de venta rompieron con lo imaginado, a pesar del escaso número de ejemplares que se comercializa.
Uno de los estands más perseguidos, aunque la mayoría de los precios son elevados, fue el plantado por la Editorial Boloña, de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, en el Museo Provincial de Historia.
Títulos como Carlos Manuel de Céspedes. El diario perdido y El camino de la desobediencia, con ediciones de lujo, duraron muy poco en las vitrinas.
Igualmente sucedió con el texto Hasta siempre Fidel, de la Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, que de acuerdo con Juan Eduardo Bernal Echemendía recoge la fidelidad de un pueblo a un hombre que siempre fue fiel.
Llama la atención cómo el capítulo espirituano del evento ha sabido colarse en el formato digital, ya que toda la información sobre ese suceso se puede encontrar en una aplicación creada para celular e, incluso, al enviar un SMS al 8888 con el texto Cartelera culturassp DÍA se recibe la programación de la jornada escogida.
Esta opción de divulgación, según Rolando Lasval, director del Sectorial de Cultura y Arte en Sancti Spíritus, se mantendrá para comunicar la programación del sector en el territorio.
Tras luchar contra vientos huracanados, plagados de limitaciones económicas y después de una restringida presentación en la capital, Ediciones Luminaria logró poner a la mano del público una veintena de textos, entre los que predomina la poesía.
Como suele suceder con una propuesta de tan altos quilates y compleja, la cita literaria espirituana ha demostrado que aún precisa engrasar mucho más todos los factores que intervienen en la misma para así evitar fisuras que laceran su efectividad, como la llegada tardía de los invitados a las actividades planificadas; títulos que no pueden venderse por no contar con sus precios; anuncios de otros que luego no se perciben en los estantes de venta, así como acciones suspendidas por falta de anfitriones.
Cuando apenas restan escasas horas para disfrutar de la gran celebración se reserva para las cuatro de esta tarde, uno de sus momentos más distinguidos: la entrega de los premios de la XVIII edición del Concurso Cartas de Amor.
Tras la recepción y lectura de más de 5 400 misivas de 16 países, el jurado informará los lauros y se otorgarán los galardones colaterales, así como en esta ocasión se premiará de forma especial a la mejor carta que aborde la temática de género y la escrita en forma de décima.
La clausura está prevista para las diez de la mañana de este domingo en la plataforma ubicada en el parque Serafín Sánchez Valdivia con la presentación de un espectáculo dedicado a la décima, la cultura campesina y el punto guajiro.
Pasado el mediodía del 15 de abril, la XXVII Feria Internacional del Libro será historia en Sancti Spíritus. Será entonces el momento oportuno para analizar cuánto se hizo y qué experiencias dejó, a fin de que un día se pueda cumplir con una de las ideas expresadas durante la inauguración por la escritora merecedora del Premio Casa de las Américas, Yanetsy Pino Reina: “Hagamos una feria cual si fuera un deleite literario, una sola posibilidad de honrar la literatura para honrarnos a nosotros mismos”.
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