En la “guerra” de Barranquilla, a Cuba le deparan las batallas más difíciles en su intención de retener el liderazgo en el medallero regional. Lo más complicado es que a estas alturas no nos queda otra alternativa que ganarlas todas y esperar, además, a que el “enemigo” principal pierda la mayoría de las que le restan.
Es verdad que la semana próxima es la mejor para nuestra isla cuando se repartan las medallas, sobre todo las doradas, en los deportes que nos sostienen: lucha, judo, canotaje, boxeo y en especial atletismo, por la cantidad de pruebas en disputa (más de 40).
Así de alto México le ha puesto el listón a la reina deportiva del área. Pasadas siete fechas competitivas, los aztecas se distanciaban de los nuestros en casi 40 títulos a fuerza de agregar ventajas todos los días. Incluso, el domingo, la jornada más suculenta para los cubanos con 13 preseas, ellos conquistaron esa misma cantidad.
Ello gracias a un “ataque” frontal en varios frentes, que mantiene boquiabiertos a los mismísimos anfi triones y con susto a los cubanos, por más que queramos ocultarlo, apostándolo todo al sprint final, como en Veracruz. Solo que en un cuatrienio ha llovido muchísimo y México llegó aquí con una armada de lujo. Así le arrebató a Cuba el reinado en los remos. Después desoyó historiales y bailó trompo en las pistas ciclísticas colombianas tanto como en las piletas. Arrasó en raquetbol, dominó en taekwondo y ha marcado en casi todas las disciplinas.
A Cuba, como ocurre en toda competición de este tamaño, se le han escapado medallas previsibles y la compensación de los “eléctricos” ha ayudado, pero aún no es suficiente. Si hoy la situación no es más comprometida es por el desempeño de disciplinas como la gimnasia artística, con excelentes actuaciones sobre todo de Manrique Larduet, Marcia Videaux y Randy Lerú.
También por el desempeño de los remeros que, pese a perder la supremacía colectiva, se agarraron de las paletadas de Ángel Fournier, con tres de oro, y de otros, pues los tiradores han tenido un accionar por debajo. Cabe destacar las excelentes e inesperadas medallas doradas de la clavadista Anisley García y la taekwondoca Tamara Robles, los títulos y medallas que lograron alzar los pesistas y hasta la natación que, con un equipo de niños y niñas, logró pescar varias preseas en una lid de alto nivel.
Menciono con letras grandes a todas las ciclistas porque han hecho valer su calidad más allá de papeles y con coraje conquistaron varias medallas en una pista que vio caer, como castillo de naipes, un récord centroamericano tras otro, algo similar a la natación. Marlies Mejías, Arlenis Sierra y Yudelmis Domínguez enseñaron cómo es que se compite al máximo de posibilidades cuando se tienen agallas.
En el reverso de esa hidalguía, dos notas discordantes para Cuba: la desconcertante derrota en la final del baloncesto femenino ante una Colombia inferior, y la comidilla anunciada por el descalabro del béisbol, que es siempre capítulo aparte en los análisis luego de que, al igual que el básquet, vio destronarse una hegemonía de décadas. Tales caídas fueron tan escandalosas que terminaron por opacar, un tanto, otros deportes colectivos con pespuntes grises como el balonmano y el voleibol femenino.
En las primeras semanas Sancti Spíritus ha tenido una buena cosecha. Aunque todavía por debajo de lo esperado por la cantidad de pruebas en las que toman parte, lo mejor corre a cargo de las tiradoras Eglys de la Cruz y Lisbet Hernández, esta última con oro y récord centroamericano en el rifl e de aire a diez metros, en tanto De la Cruz agregó una de plata en el rifl e de aire a 10 metros, equipo mixto.
El resto de los medallistas nuestros son los plateados Rafael Rosendi, de gimnasia, las basquetbolistas Yamara Amargo y Marlene Cepeda y la bronceada Lorena González. Del resto resultan meritorios los quintos puestos de la patinadora Haila Brunet en los 300 y 1000 metros y la presencia en finales B de los jóvenes nadadores Víctor Fernández y Julio Calero.
Otras opciones quedan con el canoísta Serguey Torres, el luchador de libre Reineris Andreu, las jugadoras de hockey Yuraima Vera y Roselí Harris; Meili Coss y Eilen Gilbert, de baloncesto 3×3, y los voleibolistas Adrián Goide y Osniel Melgarejo, así como el arquero Adrián Puente.
Ojalá puedan ganar sus batallas para ayudar en esta lucha colectiva. La fortaleza cubana está sitiada por los guerreros mexicanos. Salir ilesa en el ataque se torna cada vez más difícil, pero, mientras haya vida, la esperanza no se pierde.
La diferencia de medallas es inalcanzable para Cuba.En resumen, no se ganó en pelota ni se ganará los juegos.112 por 67 a solo 3 días del final de los juegos,es inalcanzable.Estos son lo hechos.Lo demás es endulzar la píldora.