La capital de Cuba tuvo un papel preponderante en la historia de la navegación, en la época colonial, cuando el Caribe devino zona de disputas con fines de repartimiento.
Uno de los símbolos más añejos de esta urbe, aún en pie, es un templo greco-romano conocido como el Templete, donde en 1519 se celebró la primera misa y cabildo, a la sombra de una ceiba cuya simbología los cubanos intentan honrar con la siembra de otras en el mismo sitio; cada vez que el manto freático salino seca la planta.
También, se alzan imperiosas -casi cinco siglos después- las principales fortificaciones erigidas en el siglo XVI para proteger la ciudad de los ataques de piratas y corsarios en una época en la que La Habana era puerto de reunión de las flotas destinadas a transportar a Europa las riquezas de América.
El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, calificó de extraordinaria la labor realizada para restaurar la zona más antigua de la capital de Cuba, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y lo hizo precisamente luego de recorrer sus calles durante una visita, este año.
Al frente de esa labor, destaca el impulso del historiador de la ciudad, Eusebio Leal, quien recientemente anunció un grupo de obras realizadas, o en desarrollo, para celebrar el aniversario 500 de la fundación de la villa de San Cristóbal de La Habana, el 16 de noviembre de 2019.
El prestigioso investigador resaltó la pronta conclusión del Capitolio Nacional con la inauguración de algunas salas como la de Símbolos Patrios, la del Himno y la de la Constitución, así como el encendido de la linterna o lámpara, muy famosa en épocas pasadas.
Entre las obras en ejecución mencionó el Museo del Ferrocarril de Cuba, el Campamento del Ejército Libertador de la Quinta de los Molinos, la nueva sede y montaje del Museo del Automóvil, el Hospital Pedagógico La Edad de Oro y la nueva biblioteca pública Antonio Bachiller y Morales.
Por su parte, el Castillo de Santo Domingo de Atarés exhibirá una colección elaborada a partir de las técnicas de Leonardo da Vinci, un genio que falleció en 1519, en el mismo año de fundación de La Habana y de la Ciudad de Panamá, otra próxima a cumplir medio milenio de existencia.
Según Leal, aún se trabaja en el rescate de la Muralla de mar, la primera sede de la Cámara de Representantes, el Palacio del Conde de Jaruco, la Casa Museo Alejandro de Humboldt, el Centro de formación para la Restauración y el diseño, el Mercado de Cuatro Caminos y un nuevo emplazamiento para el Monumento al Mayor General Calixto García.
En los próximos meses, el Museo de la Ciudad, otrora Palacio de los Capitanes Generales, albergará varias muestras y aumentarán las salas expositivas del Castillo de la Real Fuerza con restos de naufragios que integraban el patrimonio subacuático de este archipiélago caribeño.
A juicio del historiador, no se puede ir al futuro desconociendo el pasado e invitó a todos los ciudadanos a trabajar con gran intensidad por La Habana, cada uno desde el ángulo que pueda.
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