Buscar altos indicadores en el comportamiento de la cosecha y la molida definen el camino más seguro para la contienda espirituana
Azucareros espirituanos enrumban sus pasos hacia la eficiencia
De cara a las realidades que acompañan a la zafra azucarera, que retrasó su arrancada por el exceso de humedad en los campos y la madurez de la caña no compagina todavía con la época del año, apelar a la eficiencia deviene más que aspiración lógica en un proceso como este y la mejor herramienta al alcance de los colectivos agroindustriales para descontar los atrasos productivos, sortear el déficit de materia prima y reducir los elevados índices de materias extrañas.
Luego de rebasar los 22 días de procesamiento en el central Uruguay —el Melanio Hernández se incorporó después— y superar obstáculos que derivaron en paradas de consideración, puede afirmarse que la eficiencia entró en zafra y desde hace unas dos semanas ambas fábricas consiguen positivos indicadores en parámetros esenciales.
Aunque en los acumulados los medidores principales no llegan al rango planificado, resulta llamativo el despegue que muestran ya el rendimiento industrial y el aprovechamiento del rendimiento potencial de la caña, con valores, este último, superiores al 95 por ciento en las industrias de Tuinucú y Jatibonico, lo cual se traduce en mayor extracción de azúcar.
“Realmente para las condiciones en que está la caña son índices de lujo”, destacó Elvis González Vasallo, director de la Empresa Azucarera Sancti Spíritus, y enumeró entre los aspectos menos favorables en lo que va de cosecha la baja molida, al 61 por ciento a nivel provincial, motivado porque todavía la humedad en los suelos repercute en el comportamiento de las combinadas, inestabilidad con las cosechadoras Case en las áreas del Uruguay y falta completar el balance de transporte comprometido con el traslado de la materia prima.
“Pero el problema principal de la zafra hoy en ambas industrias es la calidad de la caña, expresado en la poca madurez y la cantidad de materias extrañas —hojas y tierra— que están entrando a los centrales, de ahí lo positivo de lograr eficiencia aún en esas condiciones, sobre todo por el buen funcionamiento de las áreas de molino, la estabilidad del vapor y, en el caso particular del Uruguay, incide también la nueva centrífuga instalada”, comentó González Vasallo.
A favor de la joven campaña puede añadirse la alta calidad del azúcar, el autoabastecimiento de electricidad y su aporte al Sistema Electroenergético Nacional; a la vez que comienza a manifestarse la recuperación del atraso productivo, más visible en el Melanio Hernández y, esa constituye otra buena señal de la campaña porque hasta mediados de semana se reportaba consumido el 17.53 por ciento de la caña y fabricado el 14.17 por ciento del crudo planificado.
A favor de la joven campaña puede añadirse la alta calidad del azúcar, el autoabastecimiento de electricidad y su aporte al Sistema Electroenergético Nacional; a la vez que comienza a manifestarse la recuperación del atraso productivo, más visible en el Melanio Hernández y, esa constituye otra buena señal de la campaña porque hasta mediados de semana se reportaba consumido el 17.53 por ciento de la caña y fabricado el 14.17 por ciento del crudo planificado.
Es imprescindible mantener la eficiencia en el proceso, aún cuando las condiciones no sean favorables; es necesario recuperar el tiempo y aprovechar los recursos.