Una revuelta mediática provocó semanas atrás la publicación en el sitio Cubadebate de un material sobre la compra de 15 000 manzanas por un solo cliente en la tienda La Puntilla, de la cadena CIMEX, en la capital cubana.
Cientos de opiniones recoge el propio sitio; unas a favor, otras en contra. Para tomar partido me pongo a favor de la denuncia periodística y en contra de lo que es un ejemplo tácito de acaparamiento. Sí, porque las 15 000 manzanas resultan apenas una fábula, la punta de un iceberg que cubre todo el país y que, lamentablemente, se ha hecho tan cotidiano como impune. Y hablo de los revendedores “ilegales”, de esos que arrasan todos los días en mercados, tiendas, puntos de venta, ferias, campos y de cuanta forma de comercio existe para revender a precios exorbitantes como un huevo a 5 pesos o una libra de malanga a 10.
Lo aclaro porque quienes defienden a los acaparadores mencionan a los trabajadores por cuenta propia, que también revenden, pero eso es tema de otro trabajo para no mezclar las cosas. La fábula de las 15 000 manzanas compradas por un solo cliente ilustra un fenómeno que se fermentó en la década de los 90 y camina con pies largos hasta nuestros días, como si acaparar y revender fuera un deporte para exprimir las necesidades de la gente y también sus bolsillos.
Partamos de reconocer un hecho cierto. El acaparamiento germina allí donde las carencias económicas existen y no permiten mantener una presencia estable de un producto de alta demanda, como pueden ser los huevos de los mercaditos, las cabillas y el cemento en los puntos de venta de materiales, la cerámica y sus derivados en las shoppings o las viandas en la feria.
Y de todo eso hay en la capital, en Santiago y en Sancti Spíritus, que es donde a usted le duele. Ellos, los acaparadores, provocan a veces un desabastecimiento artificial cuando se lo llevan todo y suelen actuar en contubernio con algunos vendedores mediante la vía más moderna: los celulares. De otro modo, no se enterarían siempre de la venta de artículos a horas determinadas y donde, por supuesto, no puede estar la mayoría de la gente que trabaja.
Aunque no es ni remotamente suficiente, algunos pasos hablan del enfrentamiento en este caso policial. Aunque los ejemplos de este órgano en la provincia asustan, alivia saber que parte del pueblo se suma a la denuncia como lo muestran las más de 1 300 denuncias radicadas este año y un número similar de multas.
Que el acaparamiento mina la vida de la gente, lo ejemplifican estos datos. La policía ha ocupado aquí solo en este año cerca de 500 cartones de huevos, más de 17 300 libras de queso, más de 6 400 refrescos, unos 940 paquetes de galletas, 2 600 bolsas de yogurt, más de 7 000 libras de productos del mar, además de café, ron, mantequilla y una lista de etcéteras donde se incluyen más de 10 700 bolsas de cemento.
Solo que ello no puede ser esporádico ni exclusivo de la policía. Están las administraciones de los centros y las empresas con estructuras de control, que deberían estar más tiempo en los centros y sitios vulnerables y menos detrás del buró. Y están también los mecanismos fiscalizadores y jurídicos, que deberían seguir más las otras puntas del iceberg: por un lado, los productos que se acaparan y, por otro, hasta donde van a parar.
Los revendedores suelen tener carné de identidad; presencia diaria en diversos lugares con sus típicos cargamentos exuberantes; operan más en la ciudad cabecera donde el abastecimiento es lógicamente un poco mejor que en el resto de las ciudades y casi nulo en las zonas rurales. Viven en todas partes y aquí se ha extraterritorializado con personas de otras provincias.
Enfrentarlos es complicado por la red que integran. Acabarlos es mucho más difícil mientras las carencias existan junto a la impunidad, la falta de control y de enfrentamiento. Pero la ley existe. El artículo 230 del Código Penal define muy bien cuándo es acaparamiento y cuáles pueden ser las sanciones, desde una multa hasta un año de prisión.
Las 15 000 manzanas que compró un solo cliente no es un fenómeno aislado de acaparamiento y reventa y solo se supo por la coincidencia de un periodista en el lugar y su valentía de escribirlo. Hay que seguir los olores de la fruta y encontrar otras pudriciones que se hacen peligrosamente tan cubanas como la corrupción y la ilegalidad.
La verdad es que no deben existir productos que tengan los trabajadores por cuenta propia que existieron en las tiendas recaudadoras de divisa, ya que los precios que se ofertan por estos trabajdores son muy superiores, además no permite la existencia de estos productos en las tiendas para su venta a la población porque a veces ni salen a la venta. Aunque no ocurran casos como este de las manzanas tan exagerado por llamarlo de alguna forma, la verdad es que tenemos muchos con esas necesidades, unos se llevan 4 cajas de cerveza, otro 10, otro 5 la verdad es que el producto no le llega al pueblo trabajador por esa vias sino a unos precios desorvitantes, ya no le quieren ganar un peso como decia mi abuelo, sino que si no es más de 5 no es negocio. Esto ocurre en todas las tiendas y todos los días hay una red gracias a las venditas comunicaciones para informar donde existe el producto, a un amigo, un familiar; en el mejor de los casos y otros reciben beneficios por el servicio. QUE HAY QUE HACER, TODOS SABEMOS QUE NO HAY SUFICIENTE PARA LOGRAR QUE LOS TRABAJADORES POR CUENTA PROPIA RECIBAN EL PRODUCTO Y ADEMÁS ESTEN EN LOS MERCADOS. PORQUE HEMOS ELEVADO (ESTADO) TANTO EL PRECIO DE LA CERVEZA PRIMERO 1.00, 1.20, AHORA 1.25, PORQUÉ LOS CUENTA PROPIAS LAS VENDEN A ESOS PRECIOS, QUE TIENE QUE HACER EL PUEBLO TRABAJADOR PARA TOMARCE UNA CERVEZ UNA VEZ AL MES. OOOOOH. Tenemos que trabajar duro todos y pensar como solucionar estos problemas que no son sencillos PERO NOS TOCA A NOSOTROS. CUANDO EL CUENTA PROPIA ESTE OBLIGADO A VENDER ESTOS PRODUCTOS AL MISMO PRECIO DE LAS TIENDAS CREO QUE VAMOS A SOLUCIONAR PARTE DEL PROBLEMA PORQUE EL OBJETIVO ES QUE EL CLIENTE QUE ES NUESTRO PUEBLO TENGA EL PRODUCTO Y PODER SABOREAR LOS ALIMENTOS REALIZADOS POR ESTOS TRABAJADORES QUE SON EXCELENTES.
pienso Iroel solo justifico su salario,,,,,el estado desde que creo el trabajo por cuenta propia sin tener todas las condiciones sabia esto iba a suceder,,,,,,,el que tiene negocio tiene que comprar al por mayor y en cuba todos compramos en la misma red de comercios,,,,,el dia que existe un mercado mayorista si se podran tomar esas medidas,,,,,igual mientras exista escases habra acaparamiento,,,,
Una manzana se hecha perder en unos 20 días. Este «acaparador» lograría vender una 750 diarias. Que bueno es deberían proponerle un trabajo en el ministerio de comercio. tal vez en unos meses tengamos en todas las tiendas manzanas, duraznos, uvas, peras a precios accesibles a bolsillo
EDUARDO:. Sus culpas de la escacez y el desabastecimiento «al bloqueo», me parece , cuando menos, un tanto infantiloide. Las tiendas no estan abaqstecidas porque hay un solo propietario: el estado. Los admistradores, si tuvieran poder y autonomia, comprarian e importarian todo lo que sus clientes demanden, pero tienen que esperar a que los almacenes los abastezcan. EL CENTRALISMO DEL ESTADO ES UN CANCER QUE NO DEJA FLORECER LA ACTIVIDAD ECONOMICA EN LOS MERCADOS ESTATALES.
Salga de Cuiba y visite cualquier pais del Caribe o America Latina, excepto Venezuela, y vera como todas las tiendas, grandes, medianas y pequeñas, no les falta nada, ni un alfiler porque tiene un propietario que esta vigilante y atento para cuando un producto se agota, ordenarlo de inmediato a los suminstradores, que a su vez son empresas privadas.
HAY OTRO BLOQUEO, QUE ES EL NACIONAL. Ese ese el primero que hay que eliminar, que es el que nos impide desarrollarnos, producir y vender mas para que no haya escacez en nuestros mercados. Luego de limpiar nustra casa de basura, entonces hablemos bien alto para que los americanos nos quiten el otro bloqueo.