“Vengo a hablar en nombre de todos los cubanos que hoy iniciamos un nuevo mandato al servicio de una nación cuya historia enorgullece no solo a los nacidos en esta tierra, sino a millones de hijos de América y del mundo que la aman y respetan como propia. “Lo hago con toda la responsabilidad que un acto de esta naturaleza entraña y con la conciencia de que no estamos inaugurando una legislatura más”. Así inició su discurso Miguel Díaz-Canel Bermúdez al tomar posesión de su cargo como nuevo presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba.
A continuación dijo cumplir el mandato del pueblo al dedicar el primer pensamiento a la generación histórica que con ejemplar consagración y humildad los acompaña en esta hora de apremiantes desafíos “en que Cuba espera de nosotros que seamos como ellos, capaces de librar victoriosamente todos los combates que nos esperan”.
En otra parte de su discurso agregó que esas generaciones fundadoras ennoblecen el plenario y al abrazarlos dan la posibilidad de abrazar la historia viva y, señaló que la Revolución de Fidel y de la Generación del Centenario transita por su año 60 con la dignidad de sus fundadores, intacta y engrandecida por haber sabido hacer en cada momento lo que cada momento demandaba.
Destacó asimismo la activa participación del pueblo en estas Elecciones Generales desarrolladas en la más amplia democracia, donde los ciudadanos eligieron a personas humildes, trabajadoras y modestas en un proceso que comenzó con la nominación de los delegados de base y tuvo como colofón la elección de la dirección de la Asamblea Nacional y de los Consejos de Estado y de Ministros.
Destacó asimismo la heterogénea composición del nuevo Parlamento, un conglomerado que está casi en la misma proporción en que las estadísticas oficiales definen a la nación cubana y el que durante los próximos cinco años tiene como la meta más importante cumplir con el compromiso adquirido ante el pueblo.
Recordó que el mandato dado por el pueblo a esta legislatura es el de dar continuidad a la Revolución en un momento histórico crucial que estará marcado por todo lo que se pueda avanzar en el modelo económico cubano.
Recalcó las inmensas cualidades de Raúl Castro Ruz al frente de Cuba, quien se mantiene por legitimidad al frente de la vanguardia política y sigue siendo el primer secretario del Partido, como el referente que es para cualquier comunista cubano.
Y porque Cuba lo necesita aportando ideas y propósitos a la causa revolucionaria, orientando y alertando sobre cualquier error y deficiencia, enseñando y siempre presto a enfrentar al imperialismo ante cualquier intento de agresión al país, como el primero a la hora del combate, Raúl Castro Ruz, insistió, como primer secretario del Partido Comunista de Cuba encabezará las decisiones de mayor trascendencia para el presente y el futuro de la nación.
Miguel Díaz-Canel Bermúdez expresó, igualmente, que la política exterior cubana permanecerá inalterable y nadie logrará el propósito de debilitar ni doblegar al pueblo porque Cuba no hace concesiones en relación con su soberanía y no negociará principios, ni jamás cederá ante presión o amenazas.
Finalmente reiteró que la Revolución continúa su curso sin una sola ausencia, porque siempre estarán las ideas de los principales próceres desde la manigua hasta nuestros días y aseguró que ni por un segundo se olvidará el concepto de Revolución que legara Fidel como brújula para el trabajo de esa nueva generación que hoy asume el mando del país.
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