Después de las diez de la noche, el Hospital General Provincial Camilo Cienfuegos, de Sancti Spíritus semeja más un desierto que un centro asistencial. Y no porque con la nocturnidad desaparezca el trasiego interminable de camillas, pacientes, médicos, enfermeras… por sus pasillos, sino porque justo a las diez —a veces antes o después— se agota el agua en todas las llaves de la institución.
A esas horas se sobrevive de oasis en oasis: galones en las salas de hospitalización, galones en terapia intensiva, galones en los salones quirúrgicos… Es un buche; por más remedio que parezca, bien se sabe que tampoco deviene cura alguna.
Aunque no pocas alternativas intentan atenuar la escasez de agua en el mayor centro asistencial de la provincia, la ausencia de ese líquido de forma fluida, como debe ser, pone en riesgo la higiene, los índices de sepsis e, incluso, las normas técnicas de una instalación de este tipo.
Escambray revela algunos síntomas y ausculta criterios, desde los pacientes hasta los directivos, para tratar de hallar un diagnóstico.
GOTA A GOTA
Dicen que la falta de agua en el Camilo Cienfuegos es un padecimiento de años, un mal crónico. Acaso porque los 400 000 litros que se almacenan en la cisterna son insuficientes o porque los tanques acumulan mucho menos de lo que se gasta o porque durante el día en las salas se escucha como una especie de cascada mientras el agua se desborda sin medida por no pocas llaves, duchas, tazas sanitarias… Dicen los directivos que la causa de tal patología no radica en fallas en el abasto de agua.
Aun cuando han existido interrupciones en el bombeo del líquido hacia el centro asistencial —como en mayo pasado durante las lluvias de la tormenta subtropical Alberto o recientemente debido a la rotura de una bomba en Manaquitas—, a juicio del doctor Eduardo Pedrosa Prado, especialista en Ginecobstetricia y director del hospital, lo que verdaderamente perjudica es la capacidad de almacenamiento.
El hospital tiene problemas con el almacenamiento de agua, quiero decir cisterna —asegura Pedrosa Prado—; además de eso, el hospital tiene algunos salideros en las salas y es posible que en las redes soterradas haya algún salidero porque son muy viejas”.
Entonces que se quite el agua ex profeso sobre las diez de la noche es ya una rutina impuesta. Que se agote deliberadamente hasta casi al amanecer no es un capricho como se piensa; resulta una estrategia, aseguran que la única posible hasta hoy, para poder reabastecer la cisterna.
“El almacenamiento de agua es lo que nos lleva a que una vez que termina el bombeo de Acueducto nosotros paramos el bombeo interno del hospital entre las 10:00 y 11:00 p.m. y se vuelve a bombear a las cinco de la mañana para que durante este período la cisterna se recupere y poder enfrentar toda la actividad hospitalaria el día siguiente. Se vuelve a arrancar a esa hora teniendo en cuenta que es el horario en que comienza el baño en cama de los pacientes, la preparación del desayuno…”, sostiene Pedrosa Prado.
“Acueducto nos bombea igual que a la población —continúa el directivo—. Cuando hay dificultades hablamos con ellos y nos priorizan, pero no es que el hospital tenga una red de bombeo diferente”.
Desde la dirección de la Empresa Provincial de Acueducto y Alcantarillado, Ángel Suárez Díaz afirma que no hay posibilidad de tener un sistema para un centro específico. “Sin embargo —apunta—, las redes están diseñadas para que, sin ser exclusivas, favorezcan la entrada de agua a ese centro con una garantía superior a la de la población”.
MAR DE CONSECUENCIAS
Con un vaso desechable la enfermera lava las manos del ortopédico para comenzar la cirugía. Antes, destapa el galón y vaso a vaso va vaciando el agua hasta que resulta suficiente para la desinfección.
Son los mismos tanques para todo: igual para la asepsia de las manos de un obstetra en una cesárea que para el enfermero desinfestarse entre inyección e inyección que para limpiar un cubículo de una sala a las dos de la madrugada.
Diez tanques de 20 litros —cantidad que se ha distribuido, al menos, en las salas de hospitalización— puede parecer bastante para saciar, en ocasiones, 35 camas; pero a la postre no es más que una gota en el océano del hospital.
Desde la sala 4F Tania Estupiñán, secretaria de dicho lugar, comentó a Escambray: “Eso no nos alcanza. Aquí mismo, a veces, tienes que utilizar el agua para bañar a los casos sociales, que son pacientes que se orinan o se ensucian a cualquier hora y sin agua, ¿qué vas a hacer?”.
Para el licenciado en Enfermería Yoleisy Muñoz Díaz, jefe de enfermeros en la sala 4H, la clave para hacer rendir los galones está en el ahorro. “Por el día el agua no falla, la que está envasada se usa solo por las noches. Los acompañantes también traen cubos para almacenar. Ante esta situación hay que extremar todas las medidas y cuidar la limpieza y muchas personas no lo hacen”.
Quizás las deudas con la higiene figuran entre los efectos más visibles de la escasez de agua. Eumelia González y Carmen Rodríguez, acompañantes de dos pacientes, ponían el dedo sobre la misma llaga: la suciedad, sobre todo de los baños, por la ausencia de agua.
A propósito de la necesaria higienización, el propio director de la instalación hospitalaria reconoce: “La limpieza por las noches se nos complica una vez que cesa el bombeo”.
Y se sabe: el otro peligro del uso de esa agua envasada radica en las lesiones que va dejando en las normas técnicas que deben cumplirse estrictamente en un centro hospitalario y, por consiguiente, la repercusión que ello puede tener en el incremento de los índices de sepsis.
Desde la sala de terapia intensiva, el doctor Joel José Valdivia Machado, jefe de ese servicio, admite: “En una terapia no es lo ideal, lo ideal es el agua corriente. Por lo general, aquí todos los casos son sépticos; se buscan alternativas, pero no son las más correctas. Cuando no hay agua se ponen soluciones de alcohol yodado o de hibitane acuoso, que también son desinfectantes, encima de cada paciente”.
No obstante, hasta hoy —según precisa Pedrosa Prado— utilizar los galones no se ha traducido en un aumento de las infecciones intrahospitalarias. “Los índices de sepsis se mantienen dentro de los parámetros permisibles, pero no es menos cierto que esa es agua estancada; lo ideal es el lavado de manos con agua corriente”.
Más allá de tales indicadores, cuando este semanario tomaba el pulso de tal panorama en salas de Medicina, Ginecología, Obstetricia, Cirugía, Ortopedia… llovían no pocos argumentos: que si las duchas y las tazas sanitarias no funcionaban; que si en algunos lugares solo se podía coger agua de un lavamanos; que si había que tener el cubo siempre lleno, por si acaso; que si la limpieza a altas horas de la noche era casi una utopía; que si la solución a tantos salideros había sido clausurar…
SALVAVIDAS
Para que los servicios hospitalarios se continúen brindando ininterrumpidamente, como si nada estuviese sucediendo, ha habido que sortear más que el llenado de unos cuantos tanques y galones.
Por lo menos en Hemodiálisis —un proceder que depende totalmente del agua— se han construido tanques independientes y hasta se ha apostado más de una vez una pipa en las afueras cuando no hay otra alternativa. Especialistas de ese servicio confirmaron a este órgano de prensa que, aunque las hemodiálisis se programan en cuatro turnos, incluso en las emergencias el agua está garantizada.
Otros antídotos se han probado para intentar que la parálisis acuática no agrave ningún síntoma. Tanto que, de acuerdo con el doctor Pedrosa Prado, hasta se construyó un pozo que, si bien no satisface, por lo menos alivia el llenado de la cisterna.
“El hospital también ha tomado un grupo de medidas para mejorar esta situación: limpiamos la cisterna, se recuperó el tanque elevado que hacía varios años que no se llenaba y en la medida en que los recursos de plomería nos lo han permitido hemos ido resolviendo los salideros en las salas, fundamentalmente los relacionados con grifería. También se repararon tres turbinas de mayor potencia que las que estaban, lo cual permite que el agua llegue a los pisos superiores con mayor presión. Por supuesto, se han seguido controlando y chequeando los planes de ahorro y de uso racional del agua”.
Si se mira bien han sido solo tratamientos paliativos; la cura no se obtendrá ni tan siquiera en uno o dos años, a juzgar por la magnitud del remedio que se prevé. Lo advertía el directivo: “Tenemos otra cisterna que estamos pensando en recuperarla para una reserva. Habría que hacer la red completa externamente, por fuera…, una solución a largo plazo sería”.
Que un hospital deba pasar seis horas sin agua fluida, como sucede, resulta inadmisible. Que un centro asistencial de esta envergadura deba seguir penando otros años más, quizás, a causa de los mismos síntomas es tan lastimoso como increíble.
Nada hay de aséptico en destapar un galón y luego otro y otro ora para quitar la suciedad de un baño, ora para lavar las manos antes de reconocer a un paciente. La sed del Camilo Cienfuegos no puede ser crónica ni tan siquiera puede condenarlo a que, cuando lleguen las diez de la noche, tenga que seguir sobreviviendo de sorbo en sorbo.
¿Qué confianza se puede tener en la higiene de un salón de operaciones donde el cirujano se lava las manos con el agua que se toma utilizando un vaso desechable? ¿Empleará los 10 minutos establecidos para sepillarse las manos, uñas, muñecas, dedos? me parece que no.
Dios quiera no tenga que acudir a este hospital para ser operado mis familiares o yo.
Pero además propuse una estrategia que puede solucionar la situación y la esclarezco más:
A partir de las 10 PM un pelotón de pipas pueden abastecer de forma ininterrumpida la cisterna del Hospital. Solo hay que tomar 5 litros de combustible de cada carro asignado a los directivos a todos los niveles (al mes)
De esta forma se puede resolver la sequía hasta tanto aparezca una solución definitiva. Pero veo que al no ser publicada mi propuesta hecha en el día de ayer es porque no va a tener la acogida necesaria por los que van a ser afectados. Amigos son solo cinco (5) litros mensuales y vamos a ver si va a ver agua o no en el Hospital pero además les garantizo que en menos de lo que todos esperan quedará resuelto el gran problema.
No puedo creerlo. El director diciendo que «Cuando hay dificultades hablamos con ellos y nos priorizan», ¿entonces los llaman todas las noches?
Vaya forma de cruzarse de brazos y resignarse al caos, creo que ni en el período especial más crudo ese hospital estuvo así. Da pena con mi provincia, con mi país…Duele.
Es muy acertado este artículo: muy bueno y oportuno, y me gustaría saber si la carencia de agua en otros lugares como Cabaiguán donde se ha limitado a dos días a la semana llegó para quedarse. Eso es empeoramiento de la situación donde ahoritas pueden hasta suspender el servicio por completo. Ojo con el asunto y ojalá halle respuesta sensata.
El tema Hospital Provincial Camilo Cienfuegos es infiito, como el programa de reparacion e inversion, porque incluso el proyecto salio invertido, ese hospital estaba concebido fuera al revez, salio mal. de ahi para alante es como el arbol que nace torcido, o como la niña que nunca tuvo 15, cuantos problemas sugen a diario acerca del hospital??? muchos desde el robo hasta el mal trato, desde la ausencia de personal hasta la deficiente atencion medica y las insatisfacciones de los enfermos, solo en algunas ocaciones algunos de sus personales hacen esfuerzos sobre humanos para brindar buen servicio, podriamos a eso agregar que hace poco no se podian hacer analisis por falta de guantes y en la ferreteria La Vizcaina habian quirurgicos y comerciales que les parece??…..para que hablar, no tenemos verguenza administrativa para resolver de manera categorica y final los problemas del tan maltratado Hospital Provincial Camilo Cienfuegos ya estamos acostumbrados a eso, ya para nosotros es un chiste, para que hablar del tema, ha cuando viene el ministro lo llevan al teatro u a la oficina del director, no lo llevan a patologia ni al baño del cuerpo de guardia ni al lugar que era de observacion y ahora es cuerpo de guardia que es un demonio la gente caminando por todas partes y entrando y saliendo, que decir dela limpieza y el ruido, es realmente un desastre
Dayamis, no se como funciona la organización del periódico digital, mejor dicho el modo de organizar la información, lo cierto es que lo leo todos los días a pesar de no residir en Cuba, pero me llama la atención que siendo una noticia de suma importancia no se haya publicado en la sección de Sancti Spiritus y si en la de Salud, hoy fue que encontré la noticia y gracias a un «chisme» que como siempre hago, lo verifico, y mientras el recibimiento del equipo territorial de béisbol continua presente en los titulares, el suyo se encuentra enmascarado, es que acaso es menos importante este asunto o es que por lo escabroso del tema tienen temor a que se conozca por todos???, tengo esa duda. Alguien pudiera tomarse un segundo y esclarece me, Gracias.
Este es un grave problema que no sucede solo en SS. sucede en Matanzas y Villa Clara también, de los que conozco, ahora bien, el problema existe y si no lo conocen quienes deben es porque no les ha interesado, esto no es nuevo y representa un riesgo real a la salud de los pacientes y de los trabajadores que allí laboran. El problema existe, y la solución????
La realidad del hospital asusta, cuando leo esas opiniones, incluso las justificaciones de los directivos ante un mal, que según ellos por ahora no tiene cura, pienso en los que por necesidades tienen que permanecer hospitalizados y enfrentarse a estas insuficiencias, ojalá que se adopten medidas definitivas y en el menor plazo posible de lo contrario la cargadera de pomos de agua para las salas del hospital sería interminable y muy desagradable.
Excelente, Dayamis; a lo que expones habría que sumar la cantidad de equipos rotos (como el que permite hacer el colon por enema, el de ciertas pruebas neurológicas y el de pruebas angiológicas), lo cual hace que el diagnóstico o cura de una enfermedad demore.
PERIODISTA DAYAMIS SOTOLONGO..SU PUBLICACIÓN EN EL PERIODO ESCAMBRAY DE SU PROVINCIA..EN CUANTO AL HOSPITAL PROVINCIAS DE DICHA PROVINCIA..ES ACEPTABLE..Y AL VES MUY BIEN CONSTRUIDA PARA TRATAR DE ORGANIZAR UN POCO MÁS EL TRABAJO TAN MAL HECHO POR LAS AUTORIDADES DE DICHA PLANTA..MI OPINIÓN ES QUE SU TRABAJO ES BUENO..YO DIRIA EXELENTE..PERO CON ESA PUBLICACION TENEMOS QUE TOMARLA DE BUENA Y CONTRIBUIR A LA LUCHA DE REPARAR ESE PROBLEMA…Y PONER A NUESTRO HOSPITAL CON EL PRIMERO EN LA NACIÓN, ELIMINANDO TODOS ESOS ERRORES QUE HAY EN ÉL…ESPERO QUE LAS AUTORIDADES CORRESPONDIENTE VALOREN SU COMENTARIO ANTE EXPUESTO Y SALGAMOS AL PASO A ESA MAL Y LE DEMOS SOLUCIÓN….TE FELICITO Y UNA Y MIL VECES
Sergio Gomez,ha sido una recurrente en todos los ámbitos nacionales el ocultismo de los problemas no solo a la poblacion,también pasa ese ocultismo a los altos dirigentes de la revolución y lo comenté en el periódico de una proveían la hermana que hay hoy una visita de control del presidente del concejo de estado y ministros y varios ministros,en las fotos difundidas se veía algo que rozaba lo insólito visitaron un hospital y una escuela pedagogica,bueno en ambos centros todas las camas estaban vetidas ,como debe ser,pero resulta que en ambos lugares las sabanas eran nuevecitas y con la misma decoración,parecían sacadas de las cajas y yo pregunte en el comentario si los enfermos que estaban en la sala eran enfermos,enfermos o enfermeros acostados allí para/la ocacion,digo esto porque todos sabemos el corretaje,limpieza y el dar imagen de triunfalismo donde quiera que se hace una visita de ese nivel e tonces ¿ a quien engañan ? Se autoengañan ellos,engañan a la visitas y generan un sunami de criticas,descontento y burlas del del pueblo,digo esto porque ahora por el buen trabajo de los periodistas provinciales y directores de estos órganos también provinciales están poniendo el dedo en la llaga,sin pelos en la lengua y con tinta suficiente en las plumas,si no llega a ser por este trabajo no hubieran salido estas viejas y peligrosas dejadeses y mal trabajo endémico a todos los niveles y lo mas que me preocupa que ahora cuando saltan a la palestra publica,la solución es a largo plazo,que dios me coja confesado y no tener que ser hospitalizado en este hospital,y que ponga su mano para que no se dispare un brote de infecciones en las salas ( que conste que no soy reliogiso pero esto me ha llevado a implorar a todos los dioses y santos),pero no se puede dejar de felicitar a todo el personal del hospital por los malabares que hacen todos los dias