Liudmila Quincoses, una escribana del amor en Argentina (+fotos)

En el lobby del fastuoso Centro Cultural Kirchner, la escritora instaló esa especie de confesionario donde cada quien pide auxilio para que ella lo ayude, a través de una carta de amor, a resolver sus problemas sentimentales.

Bienvenidos a todos los que creen que la poesía pueden cambiar el mundo. Esta es una intervención pública que hemos hecho en otras partes del mundo y lo que hacemos es eso, cartas de amor a pedido para aquellos que lo necesiten, expresó la poeta.

Lo único que necesito es solamente que abran su corazón y me cuenten sus sueños, les dijo a los que acudieron a un perfomance que protagonizó en el Festival Internacional de Poesía de Buenos Aires-donde representa a su isla caribeña-, que tuvo entre su público a la destacada escritora argentina-cubana María Santucho.

Rodeada de curiosos, uno a uno se sentó a contarles sus historias, mientras Quincoses, jovial y afectuosa, dejaba correr la tinta de su pluma, que ha salvado a no pocas relaciones dentro y fuera de su isla a través de un proyecto que ha sostenido hace 24 años cuando un día en su natal Sancti Spíritus se le ocurrió colgar en el portal de su casa un cartel que decía: se escriben cartas de amor.

Un singular escritorio, con velas, libros, pétalos de rosas y por supuesto la bandera cubana, fue instalado en el lobby del Centro Kirchner. ‘Lo que ustedes deseen se lo cuentan a la escribana y yo le escucho y le hago su postal. Cuéntenme sus sueños y yo le doy cuerpo en cartas’, les dijo a los presentes que hicieron filas para llevarse su misiva.

Mientras corría en un televisor un exquisito documental realizado por el recién fallecido cineasta cubano Guillermo Centeno, quien capturó la esencia de Escribanía Dollz a través de varios testimonios, Liudmila plasmaba y convertía en hermosas letras las historias de amor de aquellos argentinos que pidieron su ayuda para enamorar.

Los que participaron en el perfomance se llevaron su carta, pero, como regalo extra, escrita en una original postal hecha para la ocasión por artistas plásticos cubanos del taller de grabado Patria.

Estoy muy feliz de estar aquí, manifestó la escritora, quien se ha convertido en una especia de sacerdotisa del amor, con un proyecto que ha echado raíces y llenado de magia a su natal ciudad, en el centro de su país, e incluso en otros sitios fuera del mundo.

Y es que muchos han recurrido a ella para lograr una conquista o salvar su relación. Dicen que sus cartas siempre han logrado su cometido.

Liudmila agradeció particularmente a los argentinos que a lo largo de los últimos 18 años han participado también en un concurso internacional que fundó en su proyecto donde los de esta tierra austral llevan la delantera.

En estos días lo corroboró personalmente con un taller que ofreció. ‘Vine a bailar en casa del trompo porque hice un taller y resulta que todo el mundo aquí escribe super bien’, dijo.

De su querida Cuba hasta Buenos Aires, Liudmila obsequió a los argentinos un poco de su amor a través de sus cartas, misivas hoy esparcidas por el mundo que muchos guardan como un tesoro y que, gracias a la magia de su pluma, han logrado conquistar y reparar corazones.