El candidato oficialista colorado, Mario Abdo Benítez, ganó este domingo la presidencia de Paraguay para los próximos cinco años
El presidente electo del Paraguay es Mario Abdo Benítez de acuerdo con los resultados siempre certeros del sistema Transmisión de Resultados Electorales Preliminares, expresó Bestard en conferencia de prensa.
De esa manera la Asociación Nacional Republicana-Partido Colorado logró el objetivo de mantenerse en el poder y no cederlo como ocurrió en 2008, cuando Fernando Lugo terminó con más de 60 años de mandatos consecutivos.
Marito, como es llamado popularmente, sucederá en el cargo en agosto a Horacio Cartes, de quien fue enemigo acérrimo desde el liderazgo de la disidencia colorada.
Pero tras ganarle la candidatura al delfín de Cartes, Santiago Peña, ambos formaron lo que denominaron abrazo republicano para lograr la unidad de las fuerzas del partido de una y otra fracción.
Por ese urgente acercamiento al mandatario, quien en la práctica dirige a los oficialistas de la organización, Abdo recibió numerosas críticas, a las cuales supo imponerse con discursos de unión incondicional.
Inclinó a su favor al electorado colorado al centrarse en dar importancia al papel que tendrán sus correligionarios durante su administración, siempre con el respaldo de Cartes.
Habrá que ver si cuando asuma cumple las promesas hechas durante la campaña electoral en un plan estratégico de desarrollo nacional de 12 puntos.
Entre otros aspectos, en materia de seguridad plantea el control de las fronteras, fortalecimiento de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas, reorientación de la Fuerza de Tarea Conjunta y el combate frontal al autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo.
También se refiere a la realización de una reforma del poder Judicial, lucha contra la corrupción, políticas contra la impunidad y reorganización estructural y administrativo del sistema penitenciario nacional.
Ubica en lugar destacado a la educación, para la cual piensa en una innovación, expansión de la enseñanza inicial, becas y apoyos económicos y más presupuesto e infraestructura para llegar en esa rama a una inversión equivalente al siete por ciento del Producto Interno Bruto.
En materia sanitaria propone la promoción de la salud en cada comunidad, prioridad en la atención primaria y disminución de la mortalidad materna infantil.
Para el sector agropecuario formula el mejoramiento de la productividad y expansión de las plantaciones forestales, en protección social habla de acceso a la vivienda propia, impulso a las pequeñas y medianas empresas y desarrollo económico de los pueblos originarios.
Una de sus promesas va dirigida al empresariado, con el cual se comprometió a bajarle los impuestos, y asevera que el capital extranjero con arraigo en el país será muy valorado y cuidado, en tanto menciona la importancia de la mano de obra paraguaya, que debe ser fortalecida para disminuir el desempleo.
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