Nikolas Cruz, autor de la muerte de 17 personas en una escuela secundaria de Florida, enfrentará 17 cargos de asesinatos premeditados
El autor de la masacre en una escuela secundaria de Florida, Estados Unidos, donde murieron 17 personas y 15 resultaron heridas, comparecerá hoy ante los tribunales y pudiera ser condenado a muerte tras un largo proceso judicial.
Nikolas Cruz, responsable de este tiroteo que tuvo lugar el miércoles en dicho centro educacional de la localidad floridana de Parkland, condado de Broward, enfrentará 17 cargos de asesinatos premeditados y no tiene posibilidad de fianza, según fuentes policiales.
Cruz utilizó un fusil de asalto AR-15 que puede adquirirse prácticamente en cualquiera de las principales tiendas que se dedican a la venta de armas de fuego sin mayores restricciones.
Al referirse a este asesinato masivo, el presidente Donald Trump dijo que el sospechoso de esta acción es un enfermo mental, criterio que expresó después que sus asistentes tuvieron que insistirle en que lo hiciera ante el impacto del hecho en la opinión pública.
Trump lamentó a través de la red social Twitter el ‘terrible’ hecho y dijo que ‘ningún niño, maestro ni nadie más debería sentirse jamás inseguro en una escuela estadounidense’.
Esta acción es la más letal después de la ocurrida en la escuela primaria Sandy Hook, en Newtown, estado de Connecticut, en el que resultaron muertos 20 niños y seis profesores el 14 de diciembre de 2012.
Después de esa masacre, el presidente Barack Obama prometió tomar medidas más severas sobre el tema, pero grupos de presión como la Asociación Nacional del Rifle y elementos conservadores dentro del Partido Republicano obstaculizaron todas las iniciativas que surgieron desde entonces.
Este hecho violento en Florida fue el decimoséptimo incidente con armas en centros educativos estadounidenses en lo que va de 2018, desde el pasado 3 de enero, cuando un hombre se suicidó en una escuela primaria de Michigan.
Un total de 290 acciones con armas de fuego tuvieron lugar en los últimos cinco años en las cercanías de instituciones docentes norteamericanas, de acuerdo con cifras oficiales.
¿Qué decir? si a cada rato es una noticia de la misma índole. Y el Gobierno atado de manos por las contribuciones de la Asociación Nacional del Rifle.
Las vidas de los niños y jóvenes, por más que digan lo contrario, les interesan menos que el dinero. Menos mal que mis nietos crecen en Cuba. Mis condolencias a todo el pueblo estadounidense y en particular a las familias de esos y otros muchachos muertos en actos bárbaros similares, que no cesarán mientras las leyes no se coloquen en su lugar.