Cuando el 19 de julio de 2016 el doctor Yanoski Urgelles puso un pie en Santa María das Barreiras, un municipio del estado brasileño de Pará, solo llevaba la experiencia de su misión anterior en Venezuela, los desvelos del trabajo como médico de la familia en el área Sur de la cabecera espirituana y las fotos de sus hijos.
Desde entonces ha sobrevivido a nostalgias, ha salvado a muchos y ha añadido a su currículo un montón de casos que han puesto a prueba su pericia médica. Podría rememorar tal vez el día en que lo llamaron porque aquel treintañero muchacho se había cortado una pierna con una motosierra y ante la imposibilidad de recibirlo en un hospital, él mismo tuvo que suturar, contener hemorragias y salvar.
“Otra experiencia —revela en exclusiva a Escambray— fue la mordida de una serpiente llamada Jaracusu en un paciente de unos 40 años. Había pasado mucho tiempo desde la mordida y llegó gritando de dolor, ciego y con hemorragia por todas las mucosas, pues su sangre no coagulaba y tenía creatinina alta que suponía un daño renal importante. Después de aplicar el suero antiofídico y otros remedios de soporte lo enviamos al hospital.
“Un mes después llegó el paciente para agradecer. Estaba con paraparesia, pero vivo; luego resolvió con fisioterapia. Digo nosotros, porque nada de esto fuera posible sin el apoyo de los enfermeros brasileños tan bien preparados”.
Quizás por tantas historias de salvación o porque en la puerta de su consultorio abundan los que regresan por gratitud, al saber de la decisión del Ministerio de Salud Pública de cesar el programa Más Médicos —surgido en el 2013—, este galeno espirituano, nacido en Guantánamo, el pasado 14 de noviembre escribió en su cuenta de Twitter.
“Con la cabeza en alto regresaremos a la Patria, donde nos necesite la revolución ahí estaremos”. Era esa su respuesta al twit que lanzara antes Miguel Díaz-Canel Bermúdez, presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, donde decía: “#MaisMedicos Con dignidad, profunda sensibilidad, entrega y altruismo, los colaboradores cubanos han prestado un valioso servicio al pueblo de #Brasil. Actitudes con tal dimensión humana deben ser respetadas y defendidas. #SomosCuba”.
No lo esperó siquiera Yanoski. Había lanzado su criterio a las redes como otro argumento más que podía diluirse en el mar de información que suele ser Internet. Y no lo hizo. Por eso cuando abrió la computadora y vio que Díaz-Canel le había respondido lo menos que hizo fue emocionarse.
“En Cubadebate hace un tiempo vi la noticia de la cuenta en Twitter del Presidente. Comencé a seguirlo para estar informado. Esta vez respondí a su twit sin ánimos de protagonismo, sólo expresé lo que sentía. Nunca imaginé que el Presidente Díaz-Canel me contestaría tan rápido, ni que tomara la connotación que tomó. Cualquiera de nosotros pudo ser el afortunado, estoy seguro de expresar el sentimiento de miles de colegas médicos cubanos”.
Y mientras espera el boleto de regreso nada detiene su rutina: trabajar. “Hasta ahora todo está tranquilo, los medios de comunicación distorsionan la realidad y muchos brasileños no están conscientes de lo que pasa, el trabajo y respeto hacia ellos durante todo este tiempo nos garantiza algo de seguridad.
“Algunos se lamentan, pero la mayoría aún no ha percibido el tamaño del problema. Nosotros continuamos trabajando, después que perciban que no estamos es que sabrán realmente el impacto que tendrá, principalmente en los más carentes”.
Por lo pronto el único desvelo que lo acecha es el abrazo de sus hijos. “En lo profesional, en dependencia de las necesidades del país mi rumbo será en aras del bienestar del pueblo, ya sea en una segunda especialidad o en la Atención Primaria de Salud y, por supuesto, en otros pueblos que necesiten nuestros servicios”.
Ni la celebridad mediática que ha alcanzado en estos días puede equipararse al llanto de su padre, allá en Guantánamo, cuando lo escuchó en las noticias o al desasosiego por disfrutar de sus pequeños. Más allá de celebridades, que relega, confiesa a Escambray: “Cualquiera hubiese podido ser el afortunado. En lo personal no me gusta llevarme el crédito. Miles de médicos cubanos han hecho un buen trabajo. Yo soy apenas un médico cubano que quiere lo mejor para todo nuestro país; nuestro pueblo se lo merece”.
Los médicos cubanos son el ejemplo del mundo en su ayuda solidaria a los mas pobres del mundo, cuando los demas los discriminan y les niegan la atencion por el simple hecho de no tener un centavo para pagarles las consultas y los tratamientos.
bien por ellos.
Los médicos cubanos no se dejarán abatir
Los médicos cubanos son bandera internacional