Los migrantes centroamericanos, que en al menos dos caravanas recorren este primero de noviembre el territorio mexicano, buscan la frontera de Estados Unidos, pero allí les espera un futuro incierto.
Para llegar a Estados Unidos hay tres opciones: Nuevo Laredo, Tamaulipas; Ciudad Juárez, en Chihuahua; y Tijuana, Baja California. Son en esas ciudades donde hay consulados estadounidenses.
Cualquiera de ellas demandaría recorrer más de mil kilómetros y recorrer varias localidades donde se están alistando albergues.
Pero llegar no les asegura alcanzar el llamado ‘sueño americano’. En 2016, el gobierno de Estados Unidos dio asilo a dos mil 157 salvadoreños, mil 949 guatemaltecos y mil 505 hondureños, según el Informe de flujo anual de la Oficina de Estadísticas de Inmigración del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos.
A su vez, en el último año crecieron las deportaciones de migrantes centroamericanos por parte del gobierno mexicano, que les está ofreciendo refugio temporal, pero no definitivo.
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