Escambray Periódico de Sancti Spíritus
En fase final la construcción civil de una nueva planta que duplicará la producción de hormigón premezclado en Sancti Spíritus
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Después de bajar su pendiente más empinada, el paisaje de la loma El Yigre, en Yaguajay, ha cambiado su entorno; antes de divisar la vieja cantera se levanta una enorme estructura donde trabajadores de la Construcción emplazan una nueva planta productora de hormigón hidráulico, una mezcla de puro concreto líquido cuyo principal objetivo es impulsar las labores recuperativas en el norteño territorio espirituano.
Para Héctor Llerena, director de la Unidad de Producción Industrial, perteneciente a la Empresa de Construcción y Montaje de Sancti Spíritus, todo se resume a un conjunto de equipos de mixtura de concreto de tipo forzado de alta eficiencia para la producción de hormigón prefabricado, que incluye complementos tales como sistemas de mezcla, de dosificación y pesaje de cemento, agua y aditivos, así como silo, transportador y mecanismos de control automático.
“A mediados de noviembre, con la llegada de los primeros componentes, comenzaron los trabajos. En estos momentos estamos en una fase muy avanzada de construcción civil y montaje que debe concluir en el mes en curso, para arrancar a producir en los primeros días de febrero”, explica Llerena, mientras gesticula y hace observaciones en el ajuste del elevador.
MÁS CONCRETO Y MENOS VIAJES
La planta de hormigón premezclado que se levanta en El Yigre obedece a una donación de Venezuela para resarcir las afectaciones del huracán y, si bien su primera finalidad es la construcción de la balsa de hormigón o plataforma donde irán montadas las primeras petrocasas, también será vital en el incremento sustancial de la disponibilidad de ese material, básico para las fundiciones de obras sociales y económicas en el resto de la provincia.
Según los expertos, solo tiene dos años de fabricada y está valorada en cerca de medio millón de dólares, con una capacidad nominal de 30 metros cúbicos por hora. Este será el segundo batching plant del territorio, que hasta ahora solo cuenta con uno en la cabecera provincial con volumen para fabricar 25 metros cúbicos de hormigón por hora.
“La planta lleva, además, un cargador que está por entrar, tres camiones, un trompo y una bomba de inyección. Con su puesta en marcha la disminución del gasto energético es indiscutible porque, actualmente, para construir en Yaguajay es necesario trasladar el concreto en trompos desde la ciudad del Yayabo y recorrer más de 80 kilómetros hasta Mayajigua, por poner un solo ejemplo. Tiene también la ventaja de que dispone del árido en la cantera que está casi en el mismo lugar”, apunta Héctor.
LA OBRA CIVIL EN SU RECTA FINAL
Martillazos, soldaduras, mediciones y un ajetreo constante mantiene ocupados a los hombres de la Brigada de Construcción Civil del Micons por más de ocho horas diarias, como lo requiere el ensamblaje de un equipamiento moderno, el primero de su tipo con tecnología china, por eso tantos días “pegados a los hierros”, asegura el ingeniero mecánico Aramís Ruiz Machado, quien está al frente del montaje.
“Fue difícil porque primero hubo que armar los silos que venían en piezas y luego se montó el cuerpo. Actualmente se colocan los dos sinfines de cemento para más adelante ubicar el transportador de áridos y las tolvas para así concluir la ensambladura mecánica y dar paso a las labores de la parte eléctrica y automática de la planta”, explica el especialista.
El pequeño grupo de hombres pone toda su atención en cada detalle para que no falte nada, por eso insisten en las acciones que faltan con la cisterna de agua y cómo debe quedar el pavimento para cargas pesadas, entre otros pormenores.
Dentro de todos ellos sobresale la estatura de Dalma García, una arquitecta yaguajayense con 30 años de experiencia en la construcción de viviendas y a quien no le asusta ni un poquito que le hayan dado la responsabilidad de estar al frente de la nueva industria.
“He dirigido mucho, llevo tres décadas en el Micons y siempre he estado a pie de obra, pero para mí esto va a ser una experiencia pionera y estoy loca por empezar. Somos pocos y en un principio necesitamos algo de capacitación para quienes atiendan las máquinas y el foso, y me siento incluida. Sé que de lo que seamos capaces de producir aquí depende la respuesta constructiva que tendrá el municipio”, afirma Dalma.
De acuerdo con los entendidos, cuando ambas plantas —la de Sancti Spíritus y la de Yaguajay— produzcan establemente, es probable que, para bien del desarrollo de la infraestructura económica y social de la provincia, al fin se escuche decir: “Aprieta la mano que se pone dura la mezcla”.
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Escambray / ISSN 9664-1277
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