El proyecto de Constitución de Cuba no va a definir qué sujetos integran el matrimonio, con lo cual esa discusión sale del universo constitucional, precisó el secretario del Consejo de Estado, Homero Acosta
Ante la Asamblea Nacional del Poder Popular, Acosta explicó este martes en La Habana que el nuevo proyecto que deberá someterse a la aprobación de los diputados en los próximos días, no especificará quienes componen el matrimonio.
La ley definirá posteriormente cómo se constituirá el matrimonio, quienes serán los sujetos, cuáles serán las obligaciones, así como los requisitos, esclareció el diputado al plantear que este criterio tiene en cuenta las más diversas opiniones recogidas en el proceso de consulta popular realizado del 13 de agosto al 15 de noviembre.
De acuerdo con Acosta ‘este asunto habrá que dilucidarlo mediante una consulta popular y referendo cuando se discuta el Código de Familia, para lo cual la disposición transitoria décimo primera establece un plazo de dos años para que la Asamblea inicie todo ese proceso’.
Así, el polémico artículo 68 -que proponía cambios en la institución del matrimonio al definirlo como la unión entre dos personas (la actual establece entre un hombre y una mujer)- desaparece para dar lugar a la creación de un capítulo solo para la familia.
Este acápite acumuló más de 192 mil opiniones de 783 mil propuestas, lo cual representa el 24 por ciento.
La mayoría de los criterios (más de 176 mil) -esclareció Acosta- coinciden en que se mantenga lo establecido en la actual carta magna, es decir el deseo de ver reflejado en la constitución el concepto del matrimonio entre un hombre y una mujer.
Luego de su análisis por la comisión redactora del proyecto, el ahora Artículo 82 define el matrimonio ‘como una institución social y jurídica. Es una de las formas de organización de la familia. Se funda en el libre consentimiento y en la igualdad de derechos, obligaciones y capacidad legal de los cónyuges. La ley determina la forma en que se constituye y sus efectos’.
El texto reconoce las uniones de hechos, la estable y singular con actitud legal que forme un proyecto de vida en común que bajo las condiciones y circunstancias que señale la ley genera los derechos y obligaciones que esta disponga.
Este martes el parlamento cubano entregó a sus diputados el documento enriquecido con las opiniones recogidas en el proceso de consulta popular para su estudio mañana y el jueves.
El viernes se instalará el segundo período ordinario de la IX Legislatura de Asamblea Nacional del Poder Popular y en el mismo los parlamentarios deberán pronunciarse por el nuevo proyecto, que de aprobarse el Consejo de Estado convocará a referendo constitucional.
Tal como orientó la dirección de la comisión se aceptaron todas las opiniones para fortalecer el espíritu del documento, subrayó Acosta al intervenir en la plenaria previa a la Sesión Ordinaria de la IX Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular en el Palacio de Convenciones.
Todo lo que fuera posible había que incorporarlo y así lo hicimos, y de forma general conserva los 11 títulos, 24 capítulos, había 18 sesiones, ahora hay dos más, y el texto cuenta con 229 artículos, cinco más que en el proyecto consultado, dijo Acosta.
Hubo opinión en casi todos los párrafos del texto, de los 224 artículos del proyecto original se modificaron 134, y tres quedaron eliminados totalmente, explicó.
Solo 87 artículos se mantienen sin ningún tipo de cambio, puntualizó Acosta.
La mayoría -precisó- estuvo de acuerdo con el papel del Partido Comunista de Cuba, y solo 262 opinaron lo contrario, en tanto, se pidió permanecer como país laico. Aclaró que las playas son de dominio público y no serán privatizadas, al igual que las infraestructuras importantes y las de carácter estratégico.
Enfatizó que se mantiene la justicia y equidad en la redistribución de las riquezas de la sociedad.
La mayoría de los planteamientos apuntó a que el trabajo fuera obligatorio, pero no hay obligación jurídica para este caso, por lo que no procederá, si incorpora un enunciado que dice que laborar es un deber social, aclaró.
Se reconoce el papel del Estado socialista como regulador del mercado y como planificador de la economía, y no se eliminará la propiedad privada, acotó.
«La mayoría de los criterios (más de 176 mil) -esclareció Acosta- coinciden en que se mantenga lo establecido en la actual carta magna, es decir el deseo de ver reflejado en la constitución el concepto del matrimonio entre un hombre y una mujer.»
Si la mayoría quiere que se quede la anterior forma, ¿por qué van en contra de la mayoría? Esa forma de «cambiarlo», para luego llevarlo a votación en el código de familia es una falta de respeto a los que ya han dado su voto al No. Deberían haber eliminado por completo ese artículo, no cambiarlo por otro parecido.
Sensatez parlamentaria.