Pudo ser otra su vocación, pero la espirituana Roxana Arlén de la Hoz Barrera quiso ser maestra. Su sueño comenzó a crecer desde los círculos de interés y terminó este curso al recibir el título de graduada integral en la especialidad de Maestro Primario de la Escuela Pedagógica Rafael María de Mendive, donde también celebró el colectivo de la Vladislav Volkov.
De esta quinta graduación brotaron 162 jóvenes que educarán a cientos de niños el próximo curso escolar, distribuidos en instituciones de los ocho municipios, donde mismo desarrollaron su ejercicio de culminación de estudios.
Dentro de las aulas ellos proyectarán sus voces para que todos los infantes escuchen bien los contenidos según el perfil que estudió cada uno: Preescolar, Primaria, Inglés y Educación Especial.
Ante los ojos de sus queridos alumnos, cuatro profesores de las dos escuelas pedagógicas sostuvieron entre sus manos el reconocimiento que distinguió la profundidad de su magisterio; agasajos para quienes han sabido predicar conocimiento y humanismo como evangelios vivos y de lo que han sido testigos varias generaciones. Más de 1 060 maestros han nacido de estos centros educacionales desde que surgieron hace un lustro.
No imaginaron los graduados hace cuatro años cuando enrumbaron su adolescencia en el camino de la pedogogía que el día de su graduación estaría presente la ministra de Educación de la Mayor de la Antillas Ena Elsa Velázquez Cobiella, así como las máximas autoridades políticas y gubernamentales del territorio. Porque en aquel entonces, el futuro parecía lejano, pero ya los alcanzó el presente que reclama su mayor esfuerzo para completar la cobertura docente en Sancti Spíritus.
“Ya se han graduado más de 21 000 estudiantes de las escuelas pedagógicas en el país, y el objetivo del Ministerio de Educación es poder contar en cada aula de la Enseñanza Primaria con dos maestros”, expresó Velázquez Cobiella.
Comienzan una etapa de dualidad intensa en sus vidas: entre semana serán maestros y a partir de los cursos por encuentro continuarán recibiendo instrucción para aspirar al diploma de licenciados, un derecho que se ganaron sin realizar pruebas de ingreso.
“Esta graduación de la provincia no supera el 50 por ciento de eficiencia, en este ciclo perdió una cifra importante de estudiantes; por tanto, hay que seguir trabajando para que los alumnos se mantengan y se gradúen en las escuelas pedagógicas”, acotó la ministra de Educación.
Pero Roxana sí llegó hasta el final del ciclo y ahora solo aspira a ganarse el cariño de los pequeños de la escuela primaria Remigio Díaz Quintanilla, donde impartirá clases de ciencias.
“Las expectativas son muchas, quiero ser una buena maestra, que los niños tengan confianza y se relacionen bien conmigo, todo eso está en dependencia de cómo me acepten y cómo sean las cosas con el transcurso del tiempo”, confesó la joven graduada.
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