La representante permanente de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, arremetió contra Venezuela desde su posición en la presidencia del Consejo de Seguridad y llamó a adoptar medidas concretas contra esa nación
Esta sesión se incluyó en el programa de trabajo de este mes, aunque no obtuvo consenso pues varios embajadores señalaron que la situación en Venezuela no constituye una amenaza para la paz y la seguridad internacionales.
Pero este lunes, la embajadora norteamericana tachó de corrupto al Gobierno de Caracas y acusó a sus dirigentes de estar vinculados con el narcotráfico, sin recurrir a pruebas que así lo demuestren.
Reino Unido y Francia fueron otros que lanzaron duras críticas contra el Gobierno del presidente Nicolás Maduro y otros miembros expresaron preocupación por la situación humanitaria.
En esta reunión informal y abierta del Consejo de Seguridad también participó la directora ejecutiva de Transparencia Venezuela, Mercedes de Freitas, y el subsecretario de financiamiento del Terrorismo en el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, Marshall Billingslea.
La semana anterior se desarrolló una sesión sobre Nicaragua, que tampoco contaba con la aprobación de todos en el Consejo de Seguridad y en la cual la delegación de Rusia denunció la injerencia de Washington en asuntos internos de Managua.
En esa oportunidad, el representante permanente alterno de Venezuela ante la ONU, Henry Suárez, recordó la historia de intervencionismo de Estados Unidos en América Latina y cómo financió dictaduras y golpes militares.
Asimismo, rechazó el carácter arbitrario de la presidencia norteamericana en el Consejo de Seguridad al imponer temas que no resultan un peligro para la paz y la seguridad internacionales.
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