El lector Jorge Luis Hernández Rodríguez notificaba desde Yaguajay, en la segunda mitad de enero pasado, una situación que le afectaba desde el punto de vista económico: la demora de la Empresa de Ganado Menor de Sancti Spíritus en pagar, desde agosto del año precedente, lo convenido por varias ventas de ovinos.
Vecino de la finca La Lolita, a la salida de Mayajigua, y afiliado a la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Julio Careaga, el productor incluyó en su misiva la relación de las facturas pendientes de pago, cuyo importe conjunto era, escribía, de 20 833.50 pesos. Según detallaba, las mismas correspondían a las fechas 23 de agosto y 8 de noviembre, con dos ventas en cada caso, y 13 de diciembre, con una venta.
“En repetidas ocasiones —escribía el cooperativista— tanto a la directiva de la CSS como a mí personalmente estos compañeros han manifestado la voluntad de pagar, pero aún no se hace realidad; el dinero lo necesito para la supervivencia de mi familia y la reproducción del ciclo productivo, toda vez que esta vía es mi única fuente de ingresos”.
Más adelante razonaba: “Pienso que la morosidad en el pago de las deudas contraídas por esta entidad va en contra de la política de cobros y pagos del Ministerio de Finanzas y Precios para el saneamiento de las finanzas internas, y además obstaculiza la adecuada implementación de los lineamientos de la política económica del Partido y la nación”.
Abordado por Escambray, Ramón Mirabal García, director de la Unidad Empresarial de Base Sancti Spíritus de la Empresa de Ganado Menor, perteneciente al Grupo Ganadero del Ministerio de la Agricultura, confirmó que la CCS Julio Careaga reportó en los últimos meses del año impagos de facturas. Esto se debió, dijo, a que “hubo una confusión con la CCS Julio Tápanes y se transfirió un saldo a esta última en lugar de a la primera. Ello estuvo relacionado con inestabilidad en el aparato económico de la entidad y trajo consigo gestiones y atrasos”, especificó.
“Todas las compras de noviembre y diciembre demoraron en ser pagadas. En enero hubo atrasos, ya acabamos de firmar los cheques de febrero para pagar a quienes entregaron el ganado”, precisó días atrás y después de ello notificó a esta redactora sobre la consumación de los pagos al afectado.
Agradecemos la respuesta a una queja que estaba bien fundamentada. Si el ganado se entrega en tiempo, no hay por qué alargar la liquidación; además, es responsabilidad de quien maneja las nóminas hacer bien su trabajo: los nombres existen para algo.
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