Una caravana de 25 automóviles en la ciudad estadounidense de Miami, devino protesta contra la reciente decisión del Gobierno de Donald Trump sobre su embajada en Cuba
La iniciativa tuvo como protagonistas a organizaciones de la emigración de la isla que en esa sureña urbe integran la coalición Alianza Martiana, cuyo presidente, Damián Díaz, valoró el evento de muy bueno y oportuno.
No hubo provocaciones de grupos de derecha y anticubanos contra nuestros carros, y sentimos el apoyo positivo de mucha gente durante el recorrido, manifestó Díaz a Prensa Latina.
Hasta escuchamos gritos de ¡Viva Cuba! y ¡Viva la Revolución! en el trayecto por avenidas concurridas del Southwest, y lugares próximos a la Universidad de Miami, agregó.
Como han hecho en otras ocasiones, los participantes en la caravana de unas dos horas de duración también expresaron su rechazo al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba hace más de 55 años.
Tenemos que aprovechar siempre cualquier oportunidad para exigir el fin de ese cerco que tanto daño hace a todos los cubanos en cualquier lugar donde residen, recalcó Díaz.
El Departamento norteamericano de Estado anunció el pasado 2 de marzo que se mantendrá de forma indefinida la reducción del personal en su embajada en La Habana, pese a los llamados de varios grupos a permitir el regreso de diplomáticos y funcionarios.
Desde el último lunes entró en vigor un nuevo plan de personal por el cual dicha sede continuará operando con los trabajadores mínimos necesarios para desempeñar tareas consulares y diplomáticas básicas.
La cantidad de personas en la legación será similar al nivel de emergencia mantenido después de la orden de partida del 29 de septiembre cuando Washington retiró a más de la mitad de sus funcionarios con el argumento de incidentes de salud reportados por ellos.
En la convocatoria a la caravana de este sábado, Andrés Gómez, coordinador nacional de la Brigada Antonio Maceo, integrante de la Alianza Martiana, apuntó que la determinación estadounidense obedece a un descabellado plan del presidente Donald Trump y sus aliados de la extrema derecha cubanoamericana.
Quieren impedir, sostuvo, la entrada de cubanos a Estados Unidos, y provocar la eventual ruptura de relaciones entre los dos países.
También expulsaron, sin razón alguna, a 17 diplomáticos de la Embajada de la isla en Washington, lo cual dificulta los trámites consulares imprescindibles para nosotros poder viajar a visitar los familiares en Cuba, expuso.
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