En el escenario principal del acontecimiento, la Loma del Intendente, combatientes, estudiantes y trabajadores se darán cita desde las primeras horas del amanecer para honrar a los caídos con el depósito de flores frescas ante la tarja que recuerda al tríptico glorioso de José Tey, Otto Perellada y Antonio Alomá, muertos durante la acción.
En el propio lugar un grupo de muchachas y muchachos recibirán el carné de militantes de la Unión de Jóvenes Comunistas, y música, verso y prosa servirán de colofón al acto por este aniversario 62 del alzamiento armado de Santiago de Cuba.
En otros sitios de la ciudad vinculados a la gesta armada — organizada por Frank País y Fidel Castro para desviar la atención de las fuerzas militares de la dictadura de Fulgencio Batista y facilitar el desembarco del Granma por un punto de la costa sur de Cuba— también se depositarán flores, en particular en la sede de la antigua policía marítima, que ocupaba un espacio en lo que es hoy el puerto Guillermón Moncada.
Aun cuando circunstancias diversas no permitieron que el yate de la libertad arribara a suelo cubano el 30 de noviembre de 1956, la fecha marcó un momento cumbre en la lucha por la independencia de Cuba.
El amanecer de esa jornada gloriosa mostró por primera vez ante los ojos del pueblo el uniforme verde olivo y el brazalete rojinegro con las siglas que identificaban al movimiento revolucionario que lideraba la lucha (M-26-7), y a partir de entonces ambos devinieron símbolos de rebeldía y patriotismo.
Las sedes de las policías Marítima –en la zona del puerto santiaguero- y la Nacional –en la Loma del Intendente del centro histórico de la ciudad- fueron dos sitios claves de los ataques protagonizados por jóvenes revolucionarios comandados por Frank País García.
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