El luchador espirituano Reineris Andreu Ortega tiene otra vez el don de la novedad. Por primera vez en la historia, un espirituano subirá a los colchones profesionales cuando vista en unos días el traje del club alemán Germania Sportbetriebes-GMBH, perteneciente a la Bundesliga.
A punto de subir al avión que lo llevó a suelo europeo, esta semana Escambray conoció vía telefónica las impresiones de quien con apenas 20 años acumula un enjundioso palmarés, que incluye el primer título mundial de Sancti Spíritus en este deporte cuando se proclamó vencedor en la categoría Sub-23.
“Me siento muy bien y muy contento por esta gran oportunidad de pelear a un nivel tan alto y así elevo el mío, porque esa es una competencia larga donde enfrentas casi siempre a luchadores de mucha calidad.
“La noticia me llenó de alegría. Ellos creen que tengo los requisitos necesarios, pues habían visto mis peleas por Internet y por eso se interesaron además de la ayuda que nos dio Valdés, quien ya lleva tres años en clubes alemanes, por eso me mantuve entrenando en La Habana y cuidando mi peso. Me siento con ansias de probar la primera pelea que es este propio sábado”, confesó.
Andreu, quien lucha en los 57 kilogramos del estilo libre, completa una cuarteta de gladiadores cubanos: Alejandro Valdés —de los 65 kilogramos de ese propio estilo y quien repite en el club— y los también debutantes Ismael Borrero, de los 67 kilogramos; y Oscar Pino, 130 kilogramos, de la grecorromana.
Además del aporte al club alemán en el que permanecerá por varios meses, el jatiboniquense aprovechará la estancia para prepararse para su primer campeonato mundial de mayores a efectuarse en Hungría del 22 al 28 de octubre.
“El club busca atletas con resultados porque su objetivo es ganar el primer lugar en una liga que es muy fuerte y de paso nosotros nos preparamos para el Mundial, que es un gran compromiso. Sé que es una competencia muy dura y que coger una medalla es muy bueno, pero mi objetivo es buscar el oro”.
La semana próxima realizará un viaje “corto” —de Alemania a Camagüey— para competir en el campeonato nacional de primera categoría en busca de afianzar su reinado de los 57 kilogramos en casa propia. Así completará un año pletórico que incluyó también su debut dorado en los Juegos Centroamericanos de Barranquilla.
“No se puede ser autosuficiente y decir que los rivales están por abajo, a los Centroamericanos fui como voy a los torneos con la preparación suficiente e hice las cosas como me dijeron los profesores. Fíjate que el venezolano que enfrenté fue campeón centroamericano en Veracruz, en el 2014, y mi rival de la final es el actual campeón panamericano. Eso te dice que todos los rivales son de cuidado y que no te puedes confiar y de esa manera enfrento todos los torneos, sean nacionales o extranjeros”.
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