Ante la longevidad indetenible que arruga a Sancti Spíritus —la tercera provincia más envejecida del país—, no pocos desvelos se cuecen para aligerar, de cierta manera, ese peso de tanta vida que viene a ser la vejez.
Tal es así que a tono con la preocupación y la prioridad que el país todo le está dando al envejecimiento poblacional, en la provincia espirituana ya se aprobó la apertura de un nuevo centro para ser convertido, futuramente, en un hogar de ancianos y así incrementar la disponibilidad de plazas de las instituciones de este tipo.
De acuerdo con la doctora Maiteé Pérez Corrales, especialista en Medicina General Integral y jefa de la sección de Adulto Mayor y Asistencia Social en la Dirección Provincial de Salud, el nuevo hogar de ancianos funcionará en la otrora escuela Augusto César Sandino, enclavada a unos kilómetros de la cabecera municipal de Cabaiguán.
“Ya está en proyecto, solo falta que se incluya en un plan de inversiones —asegura Pérez Corrales—, pues además de la necesaria reparación para poner a funcionar las 200 camas previstas será preciso mover personal: guardia médica y de enfermería 24 horas, por ejemplo; pues deberá disponer de todos los servicios dentro de la propia instalación”.
Mientras se materializa tal posibilidad, se han reparado los hogares de ancianos existentes —hoy suman ocho— y las nueve casas de abuelos; instituciones que, amén de beneficios constructivos, reciben alimentos, avituallamiento, aseo personal y vestuarios —para quienes permanecen día y noche en ellos—; además de la garantía de servicios estomatológicos y de peluquería y barbería.
“En el caso de los abuelos que están en los hogares de ancianos se les realizan actividades de terapia ocupacional en las mismas instituciones y las interconsultas de las especialidades que requieran”, apunta la especialista.
Asimismo, según la propia fuente, en los últimos años se ha incrementado la entrada de ayudas técnicas para apoyar a la ancianidad, como es el caso de sillas de ruedas, muletas, andadores, bastones, entre otros.
Las políticas estatales para proteger a la tercera edad no se restringen únicamente a las casas de abuelos y hogares de ancianos, sino que intentan involucrar a la comunidad.
“En el segundo semestre del año se abrirá una nueva versión del curso Cuidar a quien nos cuida, el cual se imparte por especialistas en las distintas áreas de salud de la provincia para dotar de herramientas a quienes se dedican al cuidado de los ancianos. El pasado año más de 500 personas participaron en esta experiencia”, añade Pérez Corrales.
Actualmente 105 centenarios habitan en Sancti Spíritus y unos 100 300 coterráneos tienen 60 años y más, cifras que convierten al territorio en la tercera provincia más envejecida a nivel de país.
En tierras espirituanas Fomento, Yaguajay y Cabaiguán muestran los mayores porcentajes de envejecimiento.
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