El reparador de sueños—nunca tan bien puesto un nombre— no es tan solo el Centro Médico Psicopedagógico, viene a ser, sobre todo, un hogar. Quizás, porque allí son más que pacientes; se convierten en los hijos por adopción de los maestros que los enseñan, de los médicos que los sanan, de las tías que los alimentan, de las enfermeras que los inyectan… Y por estos días esa casa grande que es reconfigura su rostro.
Tanto que, al decir de Carlos Guzmán Castro, administrador de la institución, ya se ha sustituido la carpintería del lobby, se han cambiado las redes eléctricas, se han puesto nuevas luminarias y se han reconstruido los baños.
“Se laboró en la reparación del área de enfermería —donde se hicieron hasta clósets nuevos para las historias clínicas—, en la sala de observación y sus baños y en dos salas para pacientes. Luego se comenzará a reparar el área de ropería”, apunta Guzmán Castro.
Ha sido una reconstrucción de años, pues desde el 2015 empezó un proceso inversionista que transfiguró distintos objetos de obra: moderna carpintería, rehabilitación de la cocina comedor, impermeabilización del centro y sustitución del mobiliario clínico y no clínico, en este último caso se incluyeron camas, sillas de ruedas, camillas…
La doctora Ivonne Suárez Leal, especialista de Medicina General Integral y directora del centro, sostiene que pese a que evitar el deterioro es un reto dada las características propias de los pacientes que allí asisten, hoy la instalación muestra mayor confort.
“Las salas se han reparado y cuentan con buenas condiciones —afirma la galena—. En ellas existen desde televisores y ventiladores hasta la garantía de avituallamiento y aseo personal para los más de 90 pacientes que están sujetos al régimen interno”.
A ello se suma la disponibilidad de aulas y del claustro docente —integrado fundamentalmente por defectólogos— para lograr desarrollar en los alumnos habilidades y hábitos que les permitan convertirse en seres útiles durante su vida.
“Como nuestros pacientes son personas que padecen de retraso mental severo o profundo existe, además, un equipo multidisciplinario para su atención que está integrado por médicos, enfermeros, psicólogos, rehabilitadores, fisiatras, podólogos, entre otros”, asegura Suárez Leal.
Con vistas a garantizar también un tratamiento integral en el propio centro se brindan otros servicios, como son el de costura, barbería y peluquería.
Surgido hace ya 27 años, el Centro Médico Psicopedagógico El reparador de sueños es mucho más que una escuela a la que se va por la mañana y se regresa por la tarde —como hacen más de una veintena— o en la que algunos se albergan de por vida; desde hace casi tres décadas es una familia.
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