Kathy Castor expresó estar preocupada con la ausencia de personal en la Embajada y con el impacto negativo en las familias, los intercambios educativos, religiosos y culturales
La representante demócrata Kathy Castor pidió al secretario norteamericano de Estado, Rex Tillerson, el regreso de diplomáticos y funcionarios consulares a la Embajada de su país en Cuba para cambiar la situación existente en esa sede.
‘Estoy muy preocupada con la ausencia de personal en la Embajada, especialmente en los servicios consulares, y con el consiguiente impacto negativo en las familias, los intercambios educativos, religiosos y culturales entre el pueblo cubano y el estadounidense’, escribió la legisladora en una carta.
Según la congresista por Florida, quien recordó en la misiva una reciente visita a La Habana como parte de una delegación bicameral de su partido, también resulta preocupante que Estados Unidos carezca de una fuerte presencia diplomática en la isla caribeña.
El 29 de septiembre el Departamento de Estado anunció la retirada de más de la mitad de su personal en dicha legación, como respuesta a incidentes de salud reportados por sus funcionarios acerca de los cuales hasta ahora no hay resultados concluyentes.
‘Aunque aprecio su preocupación primordial con la salud y seguridad de nuestros diplomáticos después de los inexplicables incidentes de salud, es hora de aumentar el personal y restablecer una presencia estadounidense para servir a nuestros intereses y ciudadanos’, apuntó Castor.
Recordó que el Departamento de Estado debe determinar un curso de acciones con respecto a la situación de la Embajada en Cuba el 4 de marzo.
Acerca de ese asunto, tal agencia federal continúa en conversaciones, debates y deliberaciones, afirmó hace dos días su vocera, Heather Nauert.
Interrogada en su conferencia de prensa diaria sobre si Estados Unidos ha decido reponer a sus diplomáticos en La Habana, Nauert respondió que deben determinar si las condiciones sobre el terreno justifican que se levante el estado actual.
En las revisiones, el Departamento evalúa varios factores para determinar si queremos tener más empleados y colegas de regreso en la Embajada en Cuba, expresó.
De acuerdo con la portavoz, todavía no han tomado una decisión al respecto, pero la darán a conocer para la mencionada fecha.
En agosto la prensa norteamericana difundió que diplomáticos de su país en la Embajada en La Habana reportaron una serie de incidentes de salud que obligaron a su salida de la isla y a la evaluación por parte de personal médico en Estados Unidos.
Tras conocerse esa noticia, y sin que se supieran las causas de los síntomas reportados ni detalles de lo sucedido, varios medios estadounidenses divulgaron la teoría de que estas personas fueron víctimas de algún tipo de ataque sónico.
Aunque en un primer momento el Departamento de Estado se refirió al hecho como incidentes de salud, luego también comenzó a emplear el término de ataques, pese a reconocer que los investigadores encargados de analizar el tema no habían podido llegar a conclusiones sobre qué provocó los problemas de salud.
Tal asunto fue aprovechado de inmediato por figuras opuestas al acercamiento iniciado entre los dos países a finales de 2014.
El senador republicano Marco Rubio, junto a otros cuatro legisladores, envió una carta a Tillerson, en la cual le pidieron cerrar la Embajada en La Habana y expulsar a diplomáticos cubanos de Washington DC.
Aunque Cuba manifestó repetidamente no tener responsabilidad en los hechos, el 29 de septiembre se dio la noticia sobre el personal en La Habana y el 3 de octubre la administración norteamericana expulsó a 17 diplomáticos cubanos de Washington DC.
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