Díaz-Canel recorrió y presentó sus respetos en el mausoleo del fallecido líder del Partido Comunista de China y en el sitio dedicado a los mártires que acoge la emblemática plaza Tian’anmen.
Luego depositó ofrendas florales en ambos lugares, ubicados en el centro de Beijing.
Estos actos formales anteceden las pláticas previstas más tarde en el Gran Palacio del Pueblo con el presidente de la Asamblea Popular Nacional, Li Zhanshu; el primer ministro, Li Keqiang, y el dignatario anfitrión, Xi Jinping, quien le dará la bienvenida oficial a China.
Se espera, además, la firma de acuerdos de cooperación en distintos sectores para reforzar los vínculos La Habana-Beijing, establecidos hace 58 años y calificados por ambos lados de sólidos.
Las autoridades de China aseguraron días atrás que se alistan para afianzar aún más y fortalecer la tradicional amistad entre los dos países, además de desarrollar los nexos en medio de nuevas condiciones históricas.
De hecho, este miércoles Wang Yang, presidente del Comité Permanente de la XIII Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, manifestó confianza en que las reuniones de hoy ayudarán a elevar a niveles históricos los lazos forjados sobre la base de la fraternidad, el respeto mutuo y la colaboración.
El gigante asiático es la cuarta parada de la primera gira de Díaz-Canel por países de Europa y Asia tras asumir el cargo en abril pasado.
El periplo lo llevó a Francia, Rusia y la República Popular Democrática de Corea. Continuará en los próximos días en Vietnam, Laos y Reino Unido.
Anteriormente estuvo en China en 2013 y 2015.
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