En el lugar conocido como Paso de las Damas, municipio de Taguasco, donde el 18 de noviembre de 1896 —cuentan que a las 5:15 de la tarde— cayó en combate el Mayor General Serafín Sánchez Valdivia, tuvo lugar el homenaje del pueblo de Sancti Spíritus, como cada año en esta fecha.
Encabezado por la primera secretaria del Comité Provincial del Partido, Deivy Pérez Martín; por Frank Cañizares, vicepresidente de la Asamblea Provincial del Poder Popular, dirigentes de la Unión de Jóvenes Comunistas y el municipio, el tributo estuvo protagonizado mayoritariamente por la juventud.
Una estudiante de Secundaria Básica le regaló a Serafín la canción Hombre que vas creciendo; otra de la Escuela Formadora de Maestros Vladislav Volkov, próxima al sitio de la conmemoración, lo obsequió con la pieza Todo por Cuba, y una tercera ataviada en uniforme de preuniversitario interpretó El Mayor. En todas se percibía la nostalgia que suele acompañar al pensamiento cuando de grandes luchadores por la independencia de los pueblos de habla.
El historiador Eduardo González Rodríguez habló esta vez no del hecho de la caída en combate en sí mismo, sino de los aportes del guerrero que fue entrañable amigo de José Martí a la Guerra de los Diez Años. Remarcó la dimensión de los sucesos con los que Serafín dejó clara la posición de los patriotas dignos de no claudicar y continuar batallando hasta la definitiva liberación de Cuba.
También conminó a reflexionar en torno a cómo cumplir con la acción diaria aquella frase que lo inmortalizara el día de su muerte, esbozada, según cuenta la historia, más o menos de la siguiente forma: “Me han matado, no es nada, que siga la marcha”. De igual forma, recordó que el paladín espirituano era de cuna rica y poseía en herencia de su padre grandes fincas urbanas y posesiones campestres. Significó que con tan solo cuatro hombres y él enfermo cruzó la Trocha de Júcaro a Morón para extender la guerra por el territorio cubano.
Las Yayas, La Sacra, Palo Seco, El Naranjo y Las Guásimas fueron algunos de los nombres de batallas en las que combatió, para luego llevar la invasión de Oriente a Occidente, recordó el historiador, quien también se refirió a su vertiginoso ascenso en la investidura militar y a su enorme cultura.
La joven Diana Rosa Suárez, presidenta provincial de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media, habló del legado del más ilustre de los espirituanos a las nuevas generaciones y reseñó su quehacer en bien de la Patria. Puso énfasis en su quehacer para extender dentro y fuera de Cuba las ideas de José Martí en pos de la independencia de la nación.
Durante la ceremonia, a la que también asistieron combatientes de la Revolución cubana, pobladores del municipio de Taguasco y niños de escuelas cercanas, se reconoció la labor de doctores espirituanos que regresaron días atrás de Brasil, luego de cumplir con la misión de salud Más Médicos. Dicha misión, como se conoce, fue interrumpida tras más de cinco años de fructífera labor luego de las declaraciones del presidente electo de ese país, quien a la hora de considerar la continuidad de la misma ha puesto condicionamientos inaceptables para Cuba.
En otros momentos de la celebración, se hizo entrega del carné del Partido Comunista de Cuba a más de una decena de nuevos miembros de la organización, y se extendieron diplomas de reconocimiento a compañeras y compañeros que tuvieron a su cargo el procesamiento, tanto en la provincia como en el municipio de Taguasco, de la información derivada de la consulta popular sobre el Proyecto de Constitución de la República de Cuba.
Serafin Sanchez, un gran hombre con mucha vergüenza que vale recordar para que no se olviden las raices de nuestra nación, algo muy importante en estos tiempos donde muchos aceptan sin remordimientos la ciudadania del otrora opresor.
No me parece a mi que Jose Marti, Serafin Sanchez, Antonio Maceo, Frank Pais, Fidel Castro hubieran aceptado otra ciudania que no fuese la CUBANA y por eso HONOR MERECEN.