El canciller ruso, Serguéi Lavrov ha declarado este jueves que Rusia expulsará el mismo número de diplomáticos estadounidenses que expulsó EE.UU. (60) y que se cerrará el el Consulado General de EE.UU. en San Petersburgo.
Lavrov, además, indicó que la respuesta de Moscú respecto a otros países que expulsaron a diplomáticos rusos también será recíproca.
El ministro de Exteriores ruso también ha añadido que el embajador de EE.UU. en Rusia “en estos momentos” está en las dependencias de la Cancillería rusa, donde le están explicando las medidas de respuesta de Moscú.
“Literalmente en estos minutos el embajador de EE.UU. [Jon] Huntsman está invitado a nuestro Ministerio, donde mi adjunto, Serguéi Riabkov, le explica el contenido de las medidas de respuesta respecto a Estados Unidos”, ha asegurado Lavrov.
Estas medidas “incluyen la expulsión de un número igual de diplomáticos y nuestra decisión de retirar el consentimiento al funcionamiento del Consulado General de EE.UU. en San Petersburgo”, ha explicado el ministro ruso.
De este modo, 58 funcionariosde la Embajada de EE.UU. en Moscú y dos del Consulado General de EE.UU. en Ekaterimburgo tendrán que abandonar el territorio de Rusia antes del 5 de abril, según el comunicado del Ministario de Exteriores ruso.
Además, debido a la decisión de Rusia de retirar el consentimiento para la apertura y el funcionamiento del Consulado General de EE.UU. en San Petersburgo, los representantes estadounidenses deben liberar por completo este edificio administrativo, previamente proporcionado para la ubicación de esta institución, a más tardar el 31 de marzo.
Occidente se mofa del derecho internacional
Al comentar el incidente en Salisbury, Lavrov ha indicado que Occidente “se está mofando del derecho internacional”. El ministro ruso ha hecho hincapié en que Rusia quiere establecer la verdad en el caso Skripal, que sirvió de pretexto para la expulsión de los funcionarios de la diplomacia rusa por varios aliados del Reino Unido.
Lavrov tachó de “lamentables” y “apresuradas” las conclusiones del Reino Unido respecto a la supuesta implicación de Rusia en el envenenamiento de los Skripal y volvió a señalar que Moscú no tiene nada que ver con ese delito.
“Con el fin de establecer una comunicación adecuada y con el propósito de encontrar la verdad, propusimos formalmente convocar […] el 2 de abril una sesión extraordinaria del Consejo Ejecutivo de la OPAQ, donde plantearemos preguntas específicas –que ya hemos hecho varias veces– pero lo haremos de forma generalizada”, ha añadido Lavrov.
El canciller ruso ha expresado la esperanza de que los países occidentales “no eludan una conversación honesta. En otro caso, esta será otra confirmación de que todo lo que está sucediendo es una provocación garrafal orquestada”.
- Moscú ha tomado medidas diplomáticas recíprocas por el caso Skripal, en respuesta a la decisión de más de 20 países de expulsar a decenas de diplomáticos rusos. Rusia ha negado desde el primer momento todo involucramiento en el envenenamiento del exagente doble de inteligencia Serguéi Skripal y su hija Yulia, y considera las acusaciones en su contra como una confabulación de Reino Unido.
- “Lo que vemos ahora es una extensa, frenética y total campaña rusofóbica“, aseveró antes para el canal Rossiya 1 la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, subrayando que la principal tarea puesta en marcha por Reino Unido “es la demonización de Rusia“.
- Este lunes, Washington decidió expulsar a 60 diplomáticos rusos por el caso Skripal, además de ordenar el cierre del consulado ruso en Seattle. Otros 22 países, entre ellos 16 Estados miembros de la Unión Europea, anunciaron medidas similares, aunque a menor escala.
El caso Skripal
La crisis diplomática se desencadenó después de que la primera ministra británica, Theresa May, afirmara sin fundamentación alguna que era “muy probable que Rusia fuera responsable” del envenenamiento del exagente y su hija Yulia, quienes se encuentran en estado crítico tras el incidente ocurrido el pasado 4 de marzo en la ciudad británica de Salisbury.
Londres se negó a proporcionarle a Moscú acceso a los materiales de la investigación, sin explicar claramente los motivos. “El argumento principal de Theresa May en cuanto a la culpabilidad de Rusia es ‘highly likely’ [altamente probable, en español, la expresión utilizada por la ‘premier’ británica]”, ironizó el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
A pesar de que Rusia se mostró abierta desde el primer momento a colaborar en la investigación del caso, Londres no solo se negó a cooperar con Moscú directamente, sino tampoco a través de intermediarios, algo que constituye una “grave violación” de la Convención sobre la prohibición de las armas químicas, según denunció Lavrov. “Es obvio que se está ocultando la verdad”, criticó a su vez Zajárova.
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