A fin de respaldar el crecimiento agrícola que logra la provincia en el cultivo del tabaco tapado, previsto para tributar capas al torcido de exportación, cobra vida en el territorio una importante inversión que ampliará notablemente las capacidades de beneficio y curación de la hoja e influirá en la efectividad del proceso.
Si bien en los últimos años la parte industrial no marchó a la par del despegue experimentado en la cosecha de tabaco tapado —solo se disponía de la planta de Santa Lucía— y obligó sobre la marcha a buscar alternativas como la adaptación de las escogidas de Jíquima de Peláez y Jarahueca a las exigencias de ese beneficio, este año se construye otra escogida en el propio asentamiento de Jíquima con capacidad para cobijar 200 toneladas de la hoja.
Yoan Molina Pérez, director de preindustria en la Empresa de Acopio y Beneficio de Tabaco Sancti Spíritus, declaró a la prensa que actualmente existen dos escogidas en función del tabaco tapado: la de Santa Lucía, con posibilidades de recibir 80 toneladas y la de Jíquima, que alberga 30; de manera que la nueva planta revolucionará la capacidad a tono con una cercana cosecha que planifica de las 3 400 hectáreas totales, sembrar 200 de tabaco tapado y producir 280 toneladas en esta modalidad, retomada en la provincia en la contienda 2013-2014, entonces con un aporte en el entorno de las 20 toneladas.
La inversión, concebida a un costo cercano a los 5 millones de pesos y diseñada con estructuras metálicas elaboradas en la provincia de Las Tunas, dispondrá de seis casas de cura controlada —cámaras de fermentación—, a la vez que enmarca su puesta en marcha, según el directivo, a partir del primer trimestre del 2019 cuando entre en recolección el cultivo tapado, modalidad en la que Sancti Spíritus se codea, al igual que en la de sol en palo, entre las principales productoras en el país.
“Además de que dispondremos próximamente de una capacidad superior a las 300 toneladas y en correspondencia con el programa de desarrollo de la empresa se proyecta construir para el 2020 otra escogida de este tipo en Los Pinos, Cabaiguán, que elevaría ese rango hasta las 500 toneladas, las ventajas de estas inversiones radican en acortar el ciclo del beneficio garantizando más calidad en la hoja y mejores condiciones de trabajo para el colectivo”, destacó José Halles González, director de Desarrollo en la entidad tabacalera.
Según los directivos, la nueva escogida de Jíquima, en Cabaiguán, debe ser la primera en terminarse dentro de las siete plantas de este tipo que se proyectan construir en varias provincias cubanas, prioridad que concuerda con que Sancti Spíritus, aún sin disponer de todas las condiciones tecnológicas, logra a nivel nacional el mayor rendimiento de capas para la exportación por tonelada de la hoja, índice situado en la más reciente campaña en el 32 por ciento y donde el mérito principal recae en el trabajo del centenar de vegueros enrolados en el cultivo del tabaco tapado.
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