Miles de cubanos en el occidente del país ya tienen en sus manos el proyecto de nueva Constitución, texto que entre este primero y dos de agosto estará también disponible en el centro y el oriente de la isla.
Según las autoridades, fueron impresos 700 mil ejemplares del documento aprobado el 22 de julio en la Asamblea Nacional del Poder Popular, el cual será sometido a un proceso de consulta del 13 de agosto al 15 de noviembre.
La distribución en estanquillos y quioscos de venta de periódicos comenzó la víspera en La Habana y las provincias de Mayabeque y Artemisa, mientras hoy inició en los también occidentales territorios de Pinar del Río y Matanzas, y en los centrales de Cienfuegos, Villa Clara, Sancti Spíritus y Ciego de Ávila.
A partir de mañana arrancará la venta en el oriente del país (Camagüey, Las Tunas, Holguín, Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo) del texto, que además está disponible en sitios web de medios de prensa e instituciones del Estado.
En declaraciones a Prensa Latina, cubanos de diversos sectores manifestaron expectativas por un proceso de discusión popular sin precedentes en Cuba y tal vez el mundo para una carta magna, cuyo proyecto regresaría a la Asamblea Nacional después de la consulta, y finalmente se sometería a un referendo para su aprobación o no.
Creo muy importante el acceso al proyecto de nueva Constitución, porque corresponde al pueblo opinar y proponer, en aras de contar con una ley de leyes que se parezca al socialismo próspero al que aspiramos, dijo Manuel González, un jubilado de 75 años.
Por su parte, la ama de casa Regla Mesa consideró que contar con el texto significa apropiarse de las herramientas intelectuales para el debate y la discusión en torno a la construcción de un país más justo y equitativo.
Una vez socializado el documento, millones de ciudadanos tendrán la oportunidad entre el 13 de agosto y el 15 de noviembre de participar en más 135 mil reuniones, previstas en centros de trabajo y estudio, instituciones armadas, la comunidad y el exterior.
‘Yo estaré en el debate en mi trabajo y también en la consulta en mi barrio’, afirmó Blas Perdomo, un residente en el habanero municipio de Playa.
De acuerdo con fuentes oficiales, más de 15 mil personas organizadas en dúos tendrán la misión de conducir en el terreno la consulta popular sobre un proyecto de Constitución compuesto de un preámbulo y 224 artículos (87 más que la actual Constitución), divididos en 11 títulos, 24 capítulos y 16 secciones.
Al finalizar el proceso, llegarán a la Asamblea Nacional las propuestas de modificaciones, adhesiones y supresiones, así como las dudas de la población en torno a un texto que sustituiría a la carta magna vigente desde 1976, pero mantendría el curso socialista en la isla y el papel rector del Partido Comunista en su sociedad.
Después del análisis por los diputados a la IX Legislatura (2018-2013), corresponderá al Parlamento elaborar y aprobar la Constitución que iría a referendo, lo cual pudiera ocurrir a principios de 2019.
La Asamblea Nacional activó en junio una comisión de 33 parlamentarios, grupo que se encargó de confeccionar la propuesta de nueva ley de leyes.
Se espera que la comisión temporal encabezada por el primer secretario del Comité Central del Partido Comunista, Raúl Castro, juegue un papel importante en la elaboración del texto final sobre el que se pronunciarían los cubanos en un referendo aprobatorio.
El documento en torno al cual opinarán los cubanos en los próximos días refleja cambios en la estructura del Estado, incluyendo la creación de los cargos de presidente y primer ministro de la República, y otorga rango constitucional a varios principios en materia de política exterior defendidos durante décadas por la Revolución cubana.
En ese sentido, aboga por la paz mundial, la integración latinoamericana y caribeña y la protección del medio ambiente; protege los derechos humanos; condena el terrorismo, la injerencia en los asuntos internos de los Estados y las agresiones; y llama al desarme, incluyendo la eliminación de las armas nucleares.
De igual manera, reconoce el papel del mercado y de nuevas formas de propiedad en Cuba, entre ellas la privada.
Respecto a los derechos, amplia el acceso a los mismos, ya que además de mantener la salud y la educación con carácter gratuito, potencia los derechos a la defensa, el debido proceso, la participación popular y la no discriminación, en este último caso incorporando ‘por género, identidad de género, orientación sexual, origen étnico y discapacidad’.
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