Luego de dos cosechas deprimidas por las inclemencias de la sequía, la producción de arroz en Sancti Spíritus ha vuelto a mostrar las potencialidades del cultivo en el sur del territorio, no solo porque los estimados de recolección para el cierre del año aseguran un apreciable crecimiento con respecto al 2017, sino por conseguir los mayores rendimientos agrícolas en la historia de la provincia.
Días atrás la Empresa Agroindustrial de Granos (EAIG) Sur del Jíbaro completó su compromiso anual al entregar unas 45 700 toneladas de arroz listas para el consumo, producción derivada de una cosecha que rebasa las 100 000 toneladas de arroz húmedo en cáscara; aunque son volúmenes distantes de la potencialidad agrícola y de las necesidades del país.
Eddy Santiago Gómez, director técnico y de producción en la EAIG, declaró a la prensa que el temprano cumplimiento del plan técnico-económico obedece a que la entidad planificó obtener 4.5 toneladas por hectárea y logró 5.56 —el mayor rendimiento agrícola de la arrocera espirituana—, un resultado significativo si consideramos el impacto que dejaron en buena parte del cultivo las intensas lluvias de mayo pasado.
Según explicó el directivo, el trabajo agrotécnico, la preparación de los suelos, la oportuna presencia de la aviación a la hora de realizar las aplicaciones de fertilizantes y productos químicos, la buena calidad de la semilla, enmarcar la cosecha en el momento óptimo, la extracción a tiempo del arroz seco hacia los molinos y un mejor engranaje de todos los procesos agroindustriales figuran entre las causas que propiciaron esos resultados productivos.
La entidad prevé recolectar otras 22 000 toneladas de arroz húmedo antes de que finalice diciembre y, como parte de esa prolongación de la cosecha, los especialistas pronostican que al cierre del año la provincia debe elevar su aporte hasta alrededor de 48 700 toneladas de arroz consumo, cifra que representaría un 50 por ciento más que en el período precedente.
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