A quienes esperan por un traslado telefónico en Sancti Spíritus, quizás pueda alentarles la noticia de que desde el año pasado un grupo especializado de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa) evalúa en qué áreas de esta central provincia el tráfico de la red celular se encuentra menos congestionado para otorgarles provisionalmente un teléfono alternativo —conocidos por “de 400 minutos”—, y que por ese procedimiento fueron resueltos un poco más de 20 casos pendientes de más de tres y cinco años de antigüedad.
Las cifras también pudieran significar un alivio si analizamos las estadísticas de 2017, período en el que se ejecutaron 1 035 traslados, una cifra superior al número que aún persiste en el territorio, que ronda los 870, y donde Sancti Spíritus, Trinidad y Cabaiguán constituyen los municipios más afectados, la tercera villa por cierto casi a la par de la cabecera provincial. Como conclusión se instalaron más teléfonos por la mudanza de estos que por la creación de nuevos servicios.
Pero, en honor a la verdad, cada quien aguarda su propia suerte si pende de las telecomunicaciones, un factor a la larga con más relevancia de la que pudiera parecer, siempre y cuando uno no se cambie de la acera por donde andan las probabilidades de capturar la telefonía básica. No obstante, según los especialistas de Etecsa en Sancti Spíritus, en cada provincia del país se refleja la misma problemática en mayor o menor medida.
Según Gustavo López Cruz, jefe del Departamento Comercial y de Mercadotecnia de la División Territorial de Etecsa en Sancti Spíritus, el problema fundamental consiste en la congestión existente en la planta exterior, a partir también de que para llegar hasta una casa tiene que haber una capacidad de cables libres, el llamado par telefónico; no obstante, reconoce el directivo que en algunas áreas periféricas ni siquiera disponen de la infraestructura para colocar un teléfono.
Una inversión muy ventajosa, desde el punto de vista técnico y de gran impacto para la población durante los últimos años han sido los gabinetes integrales que han permitido abrir una brecha favorable para satisfacer la demanda de este servicio, pues, como resalta López Cruz, con esta tecnología generalmente sí se pone un par por casa y, aunque no cubren toda la ciudad, al menos se han beneficiado zonas o repartos como Toyos, Escribano, Huerto Escolar en Kilo-12 y Jobo Gordo, en Colón, mientras durante el 2018 debe concluir en El Rastro la inversión iniciada el pasado año para ofrecer cientos de nuevas líneas.
Ciertamente, gracias a los gabinetes telefónicos también salen airosos quienes esperaban por un traslado en esas mismas áreas, donde además se reordenan las redes que a su vez liberan otras capacidades, con lo cual se resuelven más casos pendientes cercanos a la zona y, según los especialistas de Etecsa, para esto se remiten a la base de datos porque tiene más derecho quien lleva más tiempo en espera.
Precisamente, en este proceso de otorgar los pares disponibles median varias condiciones técnicas que obligan a realizar un análisis minucioso por parte de la empresa para respetar la antigüedad del cliente, un reajuste que, por más que se controle periódicamente, transita también por la subjetividad humana.
En esta especie de lista de espera, aparece otro elemento que también trajo turbulencia. El Ministerio de Comunicaciones estableció la Resolución 82 del año 2012 para la flexibilización del contrato telefónico básico residencial, que aprobó ceder esta propiedad libremente, algo que devino papa caliente para Etecsa si, por ejemplo, un 30 por ciento de alrededor de 900 personas que se favorecieron con este equipo en los repartos Toyos y Escribano hicieron uso del derecho y la empresa tampoco puede dar respuesta instantánea a estas peticiones.
Por un lado, las personas ceden sus contratos hacia quienes viven en lugares desprovistos de infraestructura; por otro, los teléfonos alternativos no pueden ser la solución mayoritaria para los casos sin viabilidad a corto plazo porque las radiobases para el tráfico celular se congestionarían y, en el centro, la empresa no dispone de un presupuesto que permita solucionarlo todo de una vez, porque los traslados están muy dispersos por toda la ciudad. Entonces supongo que, ante la carencia de una línea telefónica, no queda otra opción que pensar no tanto en el cuándo nos toca, sino en el cómo esperamos.
Aun cuando no sea en el portal de un telepunto con 30 grados Celsius, sino en sus casas, un cliente que aguarda siempre tiene derecho a saber cuáles son sus posibilidades del servicio al que aspira, pero no porque vaya a quejarse a Etecsa el día de atención a la población, sino porque debe ser la misma empresa —paradójicamente en función de comunicar— la que busque la manera de informarlo, como mínimo.
Si precisamente la telefonía celular entró al país para cubrir las áreas más difíciles, ¿había que esperar tanto tiempo para que Etecsa se organizara internamente y —con aquello que del lobo un pelo— tuviera la gentileza de conectar un teléfono de minuto para los casos que no podrán aspirar a corto plazo a la telefonía básica, si es que después de cinco años esperando se puede usar la frase temporal?
Unas veces más, otras un poco menos, Etecsa parece quedarse dormida ante el tsunami de necesidad que provoca no ser tocados por su vara tecnológica de comunicación, única, exclusiva, que no será la peor, pero puede ser mucho mejor.
Las comunicaciones son cada vez mas importantes en la vida moderna; es inadmisible que una familia espera mas de 4 años porque le pongan un teléfono luego de un traslado de provincia. Nos hemos especializado en justificaciones, cuando ETECSA debe concentrar su capacidad en encontrar soluciones.
Esa cifra de traslados seguirá aumentando, «las personas ceden sus contratos», es risible, pues donde dicen ceden debió decirse «la compraventa de teléfonos sigue», hoy ponen un gabinete aquí y mañana lo venden a un lugar en el que no hay capacidad y todo el mundo sabe a qué precio. ¿Me equivoco?
¿Ceden?…. Hablando claro…. (¡CANTEN CLARO!), la realidad es que la mayoría VENDE su contrato…… Pero, la realidad es que en Cuba hay un ancestral atraso en el desarrollo de las comunicaciones….. ¡Y eso que no se les ha ocurrido abrirle el banderín al INTERNET!
Es grato, apropiado y ventajoso su publicacion, esperamos, que con su publicacion, queden muchos confrome.
Saludos y felicidades a usted y equipo de trabajo.