Después de que en 1988 se integrara, junto al Valle de los Ingenios, a la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco, la tercera villa de Cuba recibe otro reconocimiento de gran impacto a nivel internacional
Tras varios siglos de fomentar una tradición en el complejo arte de las manualidades, Trinidad recibe el mayor de los premios en ese sentido: la condición de Ciudad Artesanal del Mundo.
Oficialmente será este sábado la fecha en que se registre en sus 504 años de vida tan importante hecho, ya que se convierte así en la primera urbe cubana y del Caribe en recibirlo, tras el exhaustivo análisis realizado por el Consejo Mundial de Artesanías (WCC, por sus siglas en inglés), organismo fundado en la década de 1960 en Estados Unidos y que se dedica al rescate y la conservación de esa forma de hacer en el orbe.
Así lo confirmó Roberto Ponce de León García, presidente de la filial espirituana del Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC), quien explicó que no es solo un premio a los artesanos afiliados, sino a toda la ciudad porque la tercera villa de Cuba ha demostrado que en ella palpitan las manualidades, las cuales se transmiten de generación en generación de forma natural.
“Es un reconocimiento al desarrollo y al impacto que tienen en las distintas esferas de la sociedad, economía y de los propios ciudadanos. Si bien es cierto que la lencería marcó un momento importante y definitorio para recibir la condición por lo típico, tradicional y autóctono, el resto de las manifestaciones como la cerámica, el yarey, textiles… —incluso hasta las artes plásticas en su conjugación con la artesanía— le dan un sello inigualable y armónico a ese territorio”, explicó.
Por ello, en la ceremonia oficial prevista a desarrollarse en la Plaza Mayor, el mismísimo corazón del Centro Histórico de la añeja villa, se le entregará el título a la Asamblea Municipal del Poder Popular de Trinidad.
“Tenemos como invitados a personalidades de nuestra empresa y del Ministerio de Cultura como Katherine Muller-Marin, máxima responsable de la oficina Regional de Cultura para América Latina y el Caribe; además de artesanos reconocidos y todo el pueblo que quiera unirse a la gran celebración”, acotó.
A su juicio, a partir de ahora Trinidad tiene un gran reto por delante para mantener dicha condición, por lo que tendrá que desarrollar y fomentar proyectos de interés socioculturales-comerciales.
“Manaca Iznaga es un ejemplo de ello, ya que es un asentamiento muy fuerte en el desarrollo de las manualidades, sobre todo en el desarrollo de la lencería y los textiles. Tanto en esa comunidad rural como en la propia ciudad observamos con facilidad que todos los trinitarios contribuyen a que se mantenga vivo lo heredado por generaciones anteriores”, concluyó.
Las máximas autoridades gubernamentales y del Partido pretenden, además, que Trinidad toda se convierta este día en un gran escenario festivo, por lo que se acogerán exposiciones de artesanías, ferias de productos y, al finalizar, un gran bailable.
Luego de 1988, cuando esta ciudad formó parte de la lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco, junto al Valle de los Ingenios, no había merecido un reconocimiento de tanto impacto a nivel internacional.
Naciones tan distantes como China, India, Irán, Chile y Dinamarca ostentan el prestigioso título, un verdadero atractivo para que hasta ellas lleguen personas en busca de disfrutar sus artesanías como verdaderas expresiones de su autenticidad.
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