La historia pudiera ser contada desde dos posiciones diferentes. De un lado, la de Darianni Antunes Alfonso, recién graduada de Licenciatura en Biología; del otro, la de los factores implicados en el asunto que la llevó a remitir su queja a Escambray, así como a ponerlo en conocimiento de la Delegación Provincial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) y de la Asamblea Provincial del Poder Popular, en el mes de julio.
Residente en Calle D Sur No. 4, entre D Este y C Este, de Tuinucú, la lectora refería que tres de las habitaciones de su domicilio se encuentran enmarcadas dentro del local del Círculo Social Obrero de ese poblado, perteneciente a Taguasco. En largo y detallado texto, relataba, entre otras angustias, la de no poder conciliar el sueño por las noches ni concentrarse en la tesis de grado que debería presentar y discutir en breve. ¿Razón?, el ruido proveniente del referido centro, donde desde el pasado junio se organizan actividades nocturnas para la juventud, discoteca con grandes bocinas, pantalla y juego de luces incluidos.
Narraba, además, cada una de sus gestiones en aras de dar a conocer y solucionar el problema. Ofrecía nombres y apellidos de las personas que la atendieron vía telefónica, muchas veces pasada la medianoche, cuando no hallaba cómo librarse del sonido que hacía vibrar paredes, techos y objetos. Apunta que hubo del otro lado de la línea quien se solidarizó con ella y accedió a servir de testigo.
Darianni logró salir airosa de su defensa de tesis y en septiembre deberá comenzar su vida laboral como profesora de la Universidad. En un estado de visible deterioro psicológico la encontró esta reportera cuando fue a visitarla, sin previo aviso. “Yo solo quiero dormir”, declaró en un llanto. Le aterra llegar al aula tras noches de desvelo y no poder impartir clases, quedarse dormida, como le sucedía cuando debía ir a recibirlas en calidad de alumna.
A fin de evadir lo que era, a su juicio, una tortura, apenas venció el ejercicio académico fue a refugiarse, temporalmente, bajo la cobija de los padres, ambos propietarios legales de la casa donde ella reside. La misma fue adquirida tras una permuta triple y previa presentación de las respectivas propiedades, según consta en la escritura notarial fechada en septiembre del 2009, que Escambray tuvo entre sus manos.
Por eso la remitente de la queja no estaba en casa cuando la comisión encargada de tramitar su inquietud la visitó, y el hecho ha sido visto como que no habita usualmente el recinto cuya paz defiende. Por tanto, y porque las autoridades del municipio han asumido el problema con seriedad e incluso indicaron suspender la música hasta que ella saliera de su apremio —así lo afirmó el vicepresidente del Consejo de la Administración que atiende Bienes y Consumos—, será muy difícil constatar los niveles de ruido que Darianni alega haber sentido en las noches, y que de acuerdo con múltiples testimonios no son los que se registran en la actualidad.
Ausente el Citma de esas valoraciones, no parece sencillo establecer una verdad concluyente, sobre todo luego de escuchar los alegatos de la delegada del Poder Popular en la circunscripción, y de la presidenta del Consejo Popular de Tuinicú, con quienes conversó este medio de prensa. Para ellas, como para la instancia municipal, cuenta el que nadie más haya formulado queja alguna al respecto, pese a residir muy cerca del Círculo Social. José Castañeda, el otro vecino más próximo al viejísimo inmueble, confesó que al principio el ruido de la música era estruendoso, pero que la situación cambió cuando él conversó con el operador de audio y este mostró una receptividad que Darianni dice no haber hallado.
Tras mantenerse en ruinas por casi dos décadas, Comercio y Gastronomía y el propio sonidista contratado por la entidad, a quien se le formalizará el arrendamiento del local, rescataron para el uso el círculo, aledaño al central Melanio Hernández y donde actuaran alguna vez Rosita Fornés y Barbarito Diez, entre otras celebridades. Así lo atestigua Verónica Castro Macola, la delegada, quien sostiene que la diversión allí es sana, controlada y muy bien acogida por las familias.
Una cantina habilitada en la parte trasera, justo donde la pared es compartida con Darianni y el techo pega con el de ella, expende ron y comestibles. Las actividades del verano, autorizadas por la Comisión de Recreación, están en pleno apogeo. Nadie sabe cómo van a ser las cosas cuando esta etapa acabe.
Una visita sorpresiva, de acuerdo con las autoridades, arrojó niveles de ruido moderados. Pero ni eso ni el argumento de que “quien vive cerca de un centro recreativo tiene que saber que allí habrá música” convencen a este medio, que ha abordado con suficiente frecuencia el tema del ruido ambiental y sus daños en la salud humana. En Cuba, como bien ejemplifica la lectora en su carta, un ciudadano cuenta, y las propagandas televisivas que a ella ahora le suenan a ironía llaman a poner oído a este problema. El Citma y Salud, organismos autorizados para evaluar el tema, deben tomar cartas en el asunto. A Darianni la protege la legalidad de su domicilio, enclavado allí, según dicen, tal vez por error. Pero esas son aguas pasadas.
Saludos:
Les escribo para compartir una situacion cotidiana en nuestra `provincia y con mas representatividad en nuestra cabecera provincial. Sin dudas fumar es dañino para la salud y nuestra economia familiar. Al respecto me refiero a la venta de cigarros CRIOLLOS los cuales se obtienen por la red de comercio minorista a un precio de 7 CUP, fundamentalmente fabricados en Villa Clara, pero ocurre que en Holguin estos cigarros tambien se producen, pero la calidad de los de Holguin tanto en calidad del tabaco, su envase, etc supera a los rpoducidos en Villa Clara con creces. La red minorista en raras ocasiones vende los de Holguin, por razones varias, lo que ha dado a que se desarrolle un mercado subterraneo de ventas de los cigarros CRIOLLOS de Holguin por parte de especuladores a 10 CUP. Ademas al parecer por lo rentable de estas ventas tambien han aparecidos en el mercado negro falsificadores de los cigarrios CRIOLLOs de Holguin, señalando que estas falsificaciones superan con creces la calidad de los de Villa Clara, que sin dudas son una ruina… Como se ve la eneificencia de alguien da lugar al lucro de otros.