Es difícil imaginarse a Sinesio Gowen Martínez, un hombre alto como una columna, hoy a la altura de sus casi 80 años, presidiendo una sociedad de negros allá en su natal Máximo Gómez cuando tenía algo más de 20 almanaques y combatiendo en abril de 1961 en el norte de la provincia de Matanzas, pero así es su historia.
Fundador de las Milicias Nacionales Revolucionarias (MNR) y dos décadas después, de las Milicias de Tropas Territoriales (MTT) en Matanzas y Sancti Spíritus, respectivamente, Sinesio se siente aludido por todo lo que tenga que ver con ese ejército verde azul, al cual dedicó tantos años de su vida.
GÉNESIS DE LAS MTT EN SANCTI SPÍRITUS
De acuerdo con Sinesio, las MTT surgen en todo el país en la confluencia de los años 1980-1981, cuando en Estados Unidos se va a producir la toma de posesión del Presidente electo, Ronald Reagan, quien había proferido no pocas amenazas contra Cuba y se esperaba una posible agresión del imperio. Junto a ello, se había constatado que la antigua URSS no intervendría si éramos atacados y Fidel, inspirado en la experiencia vietnamita, tuvo la idea estratégica de asumir como doctrina defensiva la guerra de todo el pueblo.
“Así —recuerda Sinesio—, a finales del año 1980 se crea una comisión en cada provincia para organizar las Milicias de Tropas Territoriales. En Sancti Spíritus se establece un grupo en la sede del Poder Popular Municipal, en el cual figuraban Félix Noyola Pardillo, los hermanos Companioni y otros que comenzaron a emplantillar el personal para el nuevo cuerpo armado. Uno de los emplantillados fui yo, que cuando oí el llamado me presenté también.
“En aquel momento yo era jefe de equipos de la ECOA-16 y el 18 de enero de 1981 en la Feria Agropecuaria hicimos el juramento dos batallones: el de Célida Pentón, que era la jefa del batallón femenino, y el de Alfredo León Álvarez, que le decían El Indio. Poco después se formó el Regimiento 354 con Enrique Gómez del Olmo como jefe, y se emprende la preparación de los oficiales de las MTT en distintos puntos del país.
“Yo asistí al segundo curso de la Academia de las FAR por 45 días, desde el mes de febrero a finales de abril de 1981 y pasé el curso de jefe de Estado Mayor de un Regimiento de las MTT. Al regresar a Sancti Spíritus, me hice cargo del Regimiento 354 y estuve trabajando en esa unidad en toda su organización y en los primeros entrenamientos con las tropas. En el año 1983, como las unidades habían crecido mucho, se creó otro regimiento, el 372.
“De inicio, el Regimiento Sur, 354, abarcó las zonas de Guasimal, Banao, y la zona de montaña, y el Regimiento 372 se quedó para la defensa de la ciudad de Sancti Spíritus. Este Regimiento, que pasé a dirigir, tenía tres batallones orgánicos más las unidades de aseguramiento como Trasporte, Exploración, Ingeniería, Comunicaciones… , y después también se crean los batallones 386, que era el de los Olivos, y el 389 Ligero, que abarcaba el barrio de Colón, pero contaba también con milicianos de otras partes de la ciudad.
LA AGRESIÓN QUE NO FUE
Llueven las anécdotas de Sinesio, un jefe ejemplar y muy querido por los hombres y las mujeres que sirvieron a su mando, de quienes habla con notorio orgullo por su espíritu combativo y el sacrificio de tantas horas los domingos de la defensa y durante las movilizaciones, esfuerzo que permitió a Sancti Spíritus declararse Lista para la Defensa en la Primera Etapa con altas calificaciones.
En especial, recuerda la vez que bajo torrenciales aguaceros dieron la orden de alarma de combate y en menos de tres horas, batallones como los femeninos de Ana Abad en Colón y Guadalupe Lupe Albertini, en Los Olivos estaban movilizados incluso con sus reservas. Al Batallón 1, masculino, lo movilizó, apertrechó y montó en los camiones listos para salir en campaña en ese tiempo. Aquello terminó con la toma del Aeropuerto en plazo récord, en medio de la admiración del equipo de supervisión del Ejército del Centro.
Y hubo otros éxitos que Gowen Martínez enumera, para los cuales, dice, fue fundamental la ayuda del Partido, en las personas de Pedro León, Orlando Silverio y Sergio Martínez Toyos, así como del Gobierno. Menciona también a un grupo de personas como Félix Noyola, Santiago Gago Álvarez (*) y Águedo Gutiérrez, que trabajaron muy duro para que las MTT cuajaran.
Pero el éxito mayor de todo aquel trabajo, de los sacrificios realizados y el sudor vertido, lo sitúa Sinesio en una dimensión estratégica: “El enemigo no se atrevió a atacar, porque hubiera encontrado aquí un nuevo Vietnam, con el pueblo entero en las trincheras dispuesto a luchar hasta el final y Washington —dicen los entendidos— no podía soportar otra derrota como la de Indochina”.
(*) León, Martínez Toyos y Gago Álvarez fallecieron posteriormente.
Tengo el honor de haber sido fundador junto con el Co. Sinesio , Monteagudo, Ines y otros más de las MTT y les digo que el mismo a pesar de ser exigente y recto en su responsabilidad es un Compañero muy comprensible y simple en su trato con sus subordinados, lo cual nos llenaba de gran satifacción pues nos sentamos felices a la hora de cumplir cualquier encomienda o misión que el nos asignaba en momentos señalados, gracias Sinesio por transmitirnos todos esos conocimientos y valores patrios, felicidades y que dures muchos años más.