Ernesto Pérez Jorge tiene 20 años. Desde que se graduó en el politécnico Estanislao Gutiérrez, de Sancti Spíritus, comenzó a laborar en mantenimiento en el sector de la Salud. Pero no todos corren con igual suerte y con el fin de cada curso escolar se avecinan tormentas irremediables marcadas por un errado rumbo laboral.
Técnicos medio: adiós a las aulas
Nuevas carreras para la Enseñanza Técnica y Profesional en Sancti Spíritus
Las matrículas para la Enseñanza Técnico Profesional (ETP) y la posterior ubicación de los graduados se han convertido en polémica y dolor de cabeza para las familias, tanto que la continuidad de estudios y la necesaria correspondencia entre la formación y la demanda de la economía trascienden en el universo de asuntos más debatidos por los jóvenes en distintos espacios.
Detrás de todo ese mecanismo, un grupo de profesionales de Educación y del Ministerio del Trabajo y Seguridad Social se encargan de cotejar las capacidades con las solicitudes de las empresas y organismos, pero el formalismo de las instituciones a la hora de pedir las plazas que necesitarán pone a veces en peligro el buen desempeño social y económico del país.
Según funcionarios de la Dirección Provincial de Trabajo (DPT) esta realidad se fundamenta en la escasa responsabilidad de determinados organismos, entidades, empresas y ministerios, los cuales deben estudiar sus necesidades de fuerza de trabajo, según las proyecciones de desarrollo del territorio, pero sucede que hay especialidades que son importantes para la economía y no tienen demanda, ni hay disponibilidad.
En diciembre del 2016 se graduaron 579 técnicos de nivel medio y había una demanda de un 32 por ciento; en 2017 se graduaron 1 011 estudiantes de obreros calificados y existe alrededor de un 55 por ciento de demanda, es decir, que cerca de la mitad de esos jóvenes no tendrá ubicación en lo que estudiaron y su destino, la mayoría de las veces, es trabajar en la campaña antivectorial u otras labores alejadas de su perfil.
Pero ahí es donde viene el pollo del arroz con pollo, porque a juicio de Leonides Moreno Rodríguez, subdirectora de Empleo de la DPT la demanda casi nunca cubre la disponibilidad y así lo muestran las cifras: en diciembre del 2016 se graduaron 579 técnicos de nivel medio y había una demanda de un 32 por ciento; en 2017 se graduaron 1 011 estudiantes de obreros calificados y existe alrededor de un 55 por ciento de demanda, es decir, que cerca de la mitad de esos jóvenes no tendrá ubicación en lo que estudiaron y su destino, la mayoría de las veces, es trabajar en la campaña antivectorial u otras labores alejadas de su perfil.
Geforza, un sistema implementado para organizar la solicitud de fuerza de trabajo calificada, da la posibilidad de que, anualmente, todos los organismos rectifiquen lo que necesitan para diseñar la continuidad de estudios en las diferentes especialidades; este sistema muestra que existen avances en ese sentido en relación con años anteriores, pero sectores como la Agricultura y Azcuba, sustentan la demanda en cifras casi simbólicas, algo incomprensible cuando se habla desde un territorio eminentemente agrícola. ¿Cómo se entiende que no se requiera de técnicos ya sea en mecanización cañera o para la industria azucarera cuando resulta imposible que en un central no se enferme y se jubile nadie, o alguien pase a trabajar a otras formas de gestión?
En fechas de fin de curso se repite un escenario de insatisfacción estudiantil y familiar. Los muchachos se preguntan: ¿y mi ubicación qué? ¿Para qué prepararse durante tanto tiempo, si en el mejor de los casos les ofrecen un oficio para el que nunca estudiaron, o simplemente siguen esperando que algo aparezca? Las excusas van desde la poca disponibilidad de empleo, la racionalización de plazas, la extensión de la edad de jubilación, hasta la disminución de la población joven.
Con las muchachas se agrava el asunto porque apenas existen puestos de trabajo para mujeres y “tenemos que ponerlas en especialidades con escasa demanda y, por ejemplo, las plazas de belleza son en su mayoría de la modalidad del trabajo por cuenta propia y entonces no tienen utensilios para ejercer, es un problema”, explica, Leonides.
Con las muchachas se agrava el asunto porque apenas existen puestos de trabajo para mujeres y “tenemos que ponerlas en especialidades con escasa demanda y, por ejemplo, las plazas de belleza son en su mayoría de la modalidad del trabajo por cuenta propia y entonces no tienen utensilios para ejercer, es un problema”, explica, Leonides.
No por gusto en el Código de Trabajo se modificó la responsabilidad estatal para la ubicación de los graduados de la Educación Técnica Profesional y de Oficios, los que solo deberán cumplir con la etapa del servicio social en los casos que hayan sido solicitados previamente, algo que si bien hace explícita la incapacidad mostrada por el sistema laboral de dar empleo acorde con las expectativas y preparación de los egresados, transfiere a los jóvenes y sus familias la responsabilidad de buscar empleo en que puedan aplicar los conocimientos adquiridos.
Afortunadamente, según los especialistas de la Dirección Provincial de Trabajo, este diciembre fue diferente y los 594 técnicos de nivel medio que finalizaron sus carreras van directamente a una ubicación relacionada con su perfil porque se incrementó la demanda en especialidades muy puntuales y ninguno tendrá, por fuerza, que pasar al trabajo por cuenta propia.
Afortunadamente, según los especialistas de la Dirección Provincial de Trabajo, este diciembre fue diferente y los 594 técnicos de nivel medio que finalizaron sus carreras van directamente a una ubicación relacionada con su perfil porque se incrementó la demanda en especialidades muy puntuales y ninguno tendrá, por fuerza, que pasar al trabajo por cuenta propia.
Pero más allá de este naciente logro, lo cierto es que las empresas no comprenden todavía la relevancia de este proceso, tanto para ellas como para el desarrollo territorial, y resulta paradójico que el país, junto al Ministerio de Educación, invierta tiempo, esfuerzo y recursos, y que después, por ineficiencias en el proceso de demanda de organismos rectores y entidades, el joven quede sin empleo en el sector estatal.
Lo justo sería que los organismos le dieran más seriedad al asunto y todos, léanse las direcciones de trabajo, Educación y las entidades, aprendan a andar en equipo, para que los que egresan de la ETP no tengan, junto con su diploma de graduados, el mal trago de no contar con una ubicación laboral acorde
Yo soy graduado del segundo curso de tednico medio de electricidad dé mantenimiento del polictegnico y tengo la mejor opinión de las ofertas de trabajo
Eso se eliminará, cuando nos cansemos de trabajar por políticas que están obsoletas, todos saben que es política de este país que cada graduado de la secundaria tenga garantizada una oferta de estudio, que si lo ves desde el punto de vista político está bien, es mejor así para que no anden jóvenes haciendo cualquier cosa en la calle. Pero en la realidad se forman grupos de especialidades que no hacen falta, el sistema empresarial moderno requiere de especialista de cada vez más nivel y las empresas se han ido adaptando, por los que en sus plantillas cada vez más se necesitan graduados de nivel superior. Pero no se puede esconder que la ETP gradua cada vez más muchachos sin saber ni papa de su especialidad, por las pocas condiciones de los laboratorios, poca o atrazada bibliografía. Se gasta miles de pesos y años de estudio ,por ejemplo, en las especialidades del comercio y la gastronomía para que pongan platos y cucharas, que en el mundo lo hace cualquiera sin mucho estudio, solo con respeto.
En parte usted tiene razón pero si no le gusta lo que estudia o van pará pará tener un título de ahí salen lo que usted dice