La canción de despedida de la telenovela cubana En fin, el mar está en franca contradicción con las líneas de mensajes del dramatizado
Nueva telenovela cubana en transmisión. Por delante nos quedan varias decenas de capítulos que despertarán polémicas, dividirán opiniones, contarán con adeptos y detractores, lo usual cuando la pantalla chica intenta reflejar nuestra realidad. Ah, y también tendremos los temas de presentación y despedida: en esta ocasión, dos canciones, compuestas e interpretadas por Ángel Bonne, que ya mis vecinos andan tarareando.
¿Se ha detenido usted a escuchar la letra que acompaña el cierre de En fin, el mar? Le invito a que la repase. He aquí un fragmento:
Desde niño aprendí el respeto a los mayores/ En la casa soy yo quien lleva pantalones/ Que mujeres y niños deben respetarme/ Pues soy yo quien trabaja y puede alimentarles./ Cuida’o con protestar, pues la disciplina voy a aplicar.
De ser posible, escúchela hasta el final. No le sorprenderá descubrir que se trata de una clase magistral de hegemonía masculina, de un decálogo del machismo más acérrimo. Ni tan siquiera encontramos un deje sarcástico, un matiz irónico que nos permita interpretarla como una crítica a las estructuras de poder que definen al orden patriarcal y, según parece, son abordadas por la telenovela. Antes bien, el protagonista de la canción se vanagloria del papel que desempeña en su núcleo familiar. Él garantiza el sustento económico, él lleva la comida a la mesa, él dictamina y controla.
Más adelante, el mismo “personaje” añade sin tapujos: En el trabajo, en la casa, y hasta frente al televisor/ Yo soy el que lleva el mando/ El que soy, el que más sabe, el que conoce la clave, el bárbaro controlando/ El que da la conclusión en la casa…/ El que decide cuándo es que se acaba/ El que te calma si te pones brava.
Su poder no conoce límites. Hasta el mando del televisor le pertenece. Ante la posibilidad de una rebelión, de una voz irreverente, no dudará en aplicar la violencia. Acepta sin reservas el papel de pater familias proveedor, censor, decisor, que el propio orden patriarcal le adjudica, sin percatarse de que ese rol implica, en sí mismo, un acto de violencia simbólica circunscrita a determinados roles y espacios de género.
¿Cómo es posible que un producto audiovisual que acusa la violencia hacia las mujeres y niñas, y que promueve el empoderamiento femenino, cierre sus capítulos con una canción así? ¿Hubo, acaso, un interés del compositor por apoyar la historia reflejando en la canción problemáticas abordadas en ella? ¿Quedó esa intención lo suficientemente clara y fue resuelta de la manera más efectiva posible? ¿Alguien comprobó la correspondencia entre argumentos y tramas en relación con las canciones que habrían de acompañarlos? ¿No vivimos acaso en una nación inmersa en una campaña contra todo tipo de violencia de género?
Luego, como broche de oro, el estribillo: Ese soy yo. Y si no te gusta, pues bajando… Y si no te cuadra, sigue caminando. El personaje se regocija en su papel de macho alfa. O aceptas sus prerrogativas y las obedeces, o te silencias, bajas la vista y abandonas su territorio. ¿No es suficiente el altísimo nivel de chabacanería y vulgaridad que nos tritura los oídos todos los días en gran parte de los espacios públicos como para tener que escucharlo también en espacios televisivos estelares consumidos por miles (que no millones) de cubanos? El registro lingüístico más apegado a lo vulgar, ¿no debiera reservarse para otro tipo de productos audiovisuales destinados a públicos más específicos, máxime si tenemos en cuenta que la telenovela cubana es actualmente vista por individuos de todas las edades?
Conste que no estoy hablando sobre la calidad melódica o interpretativa del número musical o del cantante. Ni siquiera soy especialista en esos temas. Lo que me preocupa es el patrón de comportamiento que reproducen, establecen y legitiman temas así. Canciones tan pegajosas como esta calan profundo en la subjetividad de quienes las escuchan y terminan por naturalizar patrones de comportamiento basados en la violencia y la desigualdad de oportunidades generadas por el orden patriarcal.
Una sola cosa tiene a su favor la letra de la canción, y es la primera línea. Fundamental el respeto a los mayores, sobre todo en un país que envejece apresuradamente. Desgraciadamente, el compositor no se ha respetado a sí mismo con el resto de los versos, y en este caso, una línea no basta para salvar el todo. La novela recién comienza; ojalá cumpla las expectativas que siempre generan este tipo de productos. Por el momento, esperemos al desarrollo de los acontecimientos. Y si no nos gustan… polemicemos.
Entonces. esa cancion del cierre viene a ser como la de «Yo soy Rui La Pestex», del capitan Plin? Es una cancion dedicada a un personaje negativo, pero resulta simpatica
Me parece muy interesante y concuerdo con Maikel. Además creo que las críticas no van solo a la canción, pues casi todxs lxs personajes son bien machistas, mujeres y hombres y no veo el análisis o la parte edicativa, todo lo contrario. Por ota parte, el argumento de la novela lo creo relevante, poco sabemos de la cotidianidad de lxs trabajadores del mar, pero las actuaciones son pesímas y la relación entre lxs personajes no tienen sentido. Creo es de las peores novelas que he visto.
ME ENCANTA llena de cubania y el alarde de mentiritas para que la gente se crea que es asi pero todos saben que no es puro alarde
Pues a mi la canción me parece una parodia de un tipo que «se cree cosas». Asi la he percibido. Por demás, la telenovela me parece que va bien, aunque admito..que no veo ninguna. Ni cubana ni extranjera. La última cubana que vi fue «Si me pudieras querer»…y eso solo porque estaba muy enamorado de mi esposa de entonces !
Novelas Cubanas…Una eterna tela para cortar!!!!!
Coincido plenamente con la opinión del periodista. Cuando se crea un producto audiovisual, hay que prever todos los mensajes que se pueden derivar. Claramente la canción, aunque se afirme que es una ironía, en el lugar donde se situó (de cierre) solo afirma que pase lo que pase, el machismo seguirá imperando. Por otra parte, es muy contagiosa, mi hijo, de 4 años, ya dice «Y si no te gusta, pues bajando» De ahí la importancia que tiene que se piense en todo tipo de público, letrados y no tanto, televidentes activos y televidentes pasivos.
Y qué hace tu hijo viendo novelas a esa hora, la culpa la tienes tú, no la canción!!
asi mismo que hace un nino con esa edad viendo novela
Independiente de que no es material ni hora para que un niño vea television no es ninguna novedad que el niño cubano no es en su mayoria los que duermen temprano, creo que hay que analizar con mas profundidad los programas televisivos que ofrecen al pueblo, porque los niños deberian estar durmiendo a esa hora si, pero los adolecentes no, o en que planeta vive el que opina lo contrario.
Me parece que es muy atinado que un dramatizado como la telenovela cubana aborde el tema de la violencia contra la mujer, que por mucho que hemos luchado en Cuba todavía existe, no solo física, sino también psicológica, que es la peor. Precisamente de ese tipo de violencia es que trata la canción final de la telenovela, pero estoy de acuerdo con el periodista: si lo que se quiso fue ironizar al personaje machista, en realidad no se logró el efecto, porque en toda la letra de la canción, y yo la escucho lunes, miércoles y viernes, no se dice nada que indique que la actitud del personaje está mal. Además, aunque se ha comentado aquí y lo he visto por la televisión, por ejemplo, en 23 y M, donde compareció el autor de la canción, yo creo que la obra de arte debe explicarse por sí sola, debe bastar ella misma para transmitir ideas, y si el compositor de la obra tiene que ir detrás de todos los televidentes explicándoles qué significa realmente la canción, a mí me parece que así no funciona. Ningún escritor va detrás de los lectores para explicarles la idea del libro, no sé, digo yo. A mí en lo particular no me gusta que tres veces por semana Ángel Bonne me diga que ese es él, y si no me gusta, bajando.
Entonce, Ylesus, para entender que la canción es una ironía, número 1: había que ver 23 y M, y número 2: leer algún artículo en otro medio, en fin, que había que estar en toda, y al parecer con poco oficio, o uno suuaave, y todo eso para entender que la canción del final de la novela cubana no es lo que parece. ¿Y no cree usted que una obra de este tipo tiene que adecuarse a todo tipo de públicos, los cultos y los menos, los que ven mucha televisión y los que no? Usted considera que conoce de dramaturgia, arte visual, y temas televisivos, bien por usted, y los que no tienen ni idea de los conceptos estéticos de una novela, los que la consumen de modo LINEAL y PASIVO, ¿cómo van a interpretar la canción? Pues como lo que parece, el himno del machismo, y entonces la cantarán cuando les ajuste a su conducta cotidiana. Y si tan errada le parece la opinión del crítico, escriba usted la suya y enviéla a Escambray, quién sabe si se está perdiendo un gran periodista en la prensa espirituana.
Y dale Juana con su Palangana!!!
En realidad no me gusta la novela, la protagonista realmente es una muchacha muy bella
pero debe de seguir trabajando en su actuacion el gigolo pesimo en su actuacion, en realidad
falto de recursos es lametable ver como pasa el tiempo y no aprendemos a realizar cosas con
calidad.
Amigo periodista, noto que no lee los demás medios de prensa, ni ve 23 y M. Esa canción fué por encargo, basada en la trama de la novela y trata de ser una ironía al machismo y a la vida moderna Lo demás dicho se lo dejo de tarea. Esa actitud de la canción también se ve en mujeres, el proveedor se cree con derecho a todo, sea hombre o mujer, el que compra el televisor tiene derecho a ver lo que el quiere. Reconoce que no conoce mucho de música, pero noto que de dramaturgia, arte visual y los temas televisivos tampoco. A mi no me gusta tampoco la novela, pero eso no significa que no tenga valores artísticos. Tampoco me gusta su trabajo, pero eso no hace que demerite su opinión, que es eso, su opinión.
He aquí la opinión que da la razón al periodista: una opinión típica del machismo ancestral.
Disculpa Ylesus, también diste tu opinión pero lo haces de una manera denigrando la opinión del periodista, que en este caso NO es periodista como tal, sino escritor y crítico de arte… Empezando por ahí no creo que el periodista tenga dos dedos de cerebro como para que de cierta forma no comprenda que puede haber una ironía en la letra de la canción con lo que defiende la historia de la novela; sin embargo, creo que mientras algunos crean como Ud., que la letra es ironía total, algo que el especialista analiza muy acertadamente, el propio Maikel… deja bien clara su preocupación: «Lo que me preocupa es el patrón de comportamiento que reproducen, establecen y legitiman temas así. Canciones tan pegajosas como esta calan profundo en la subjetividad de quienes las escuchan y terminan por naturalizar patrones de comportamiento basados en la violencia y la desigualdad de oportunidades generadas por el orden patriarcal.» Y en eso hay que reconocer que tiene totalmente razón, y cuando se habla de comportamiento machista y patriarcal, por supuesto que es un pensamiento que no solo proviene de los hombres, sino que reproducen las mujeres también por otras cuestiones sociales que habría que hacer una tesis aquí para desentrañar todos sus porqués…
Además, en ningún momento de su comentario afirma que la novela no posea valores artísticos, OJO con esto…
Ahora, le digo amigo Ylesus, polemicemos, esta es la idea…
Amigas Yolanda y Ania, quiero decirles que no soy machista, en mi vida personal no me comporto de esa manera, la canción está hecha para destacar la trama de la novela donde hay personajes que se comportan de esa manera, porque desgraciadamente siguen existiendo personas así, la culpa de eso no es del que compuso la música, si fuera así, eliminemos el reguetón, la timba y otros géneros peores. Mi comentario es porque se comenta de algo que está más que explicado, incluso se le dedicó un programa en 23 y M. Ami no me gusta esa novela, lo dije. Llevo años oyendo reguetón, viendo películas vilolentas y eso no me ha hecho un asesino, ni violento, di denigrador de la mujer. Si me molesta que cada vez que alguien habla del machismo siempre se le achaca el problema solo a los hombres y como ustedes mismas dicen la vida real es mucho más que eso y hay mujeres con comportamientos machistas incluso más que los hombres. En una cosa discrepo, todo el que publica en un medio, aunque no sea un profesional del periodismo, es un periodista. El que critica, debe estar presto a ser criticado, el que juzga debe poder ser juzgado. Solo por dar mi opinión ya me tildaron de machista ancestral, el escritor dijo «Si no nos gusta polemicemos», pero excluye su artículo.
Ylesus acaso alguien deba ver 23 y m como muestra de la gran cultura en Cuba??? En verdad da la impresión der usted quien no leyó el comentario