Ya Jíquima tiene agua

“En este Consejo Popular desde hace un buen tiempo se vienen presentando una serie de dificultades que atentan contra el buen vivir de los ciudadanos; uno de ellos es el relacionado con Acueducto”. Así escribía semanas atrás Yuniel Abreu Hernández, residente en la calle Coronel Vergara No. 42, entre Vía

“En este Consejo Popular desde hace un buen tiempo se vienen presentando una serie de dificultades que atentan contra el buen vivir de los ciudadanos; uno de ellos es el relacionado con Acueducto”. Así escribía semanas atrás Yuniel Abreu Hernández, residente en la calle Coronel Vergara No. 42, entre Vía Blanca y 9 de Abril en Jíquima de Peláez, Cabaiguán. En su carta apuntaba:

“Alrededor del año 2005 se terminó el acueducto, en aquel entonces un anhelo para los lugareños, puesto que el abasto de agua era pésimo y a base, fundamentalmente, de pozos de particulares. Hace 10 años comenzaron los problemas con la llegada del líquido a los hogares, el tiempo de bombeo se acortaba y los días en que se brindaba el servicio eran más espaciados, hasta que una buena parte de la comunidad se quedó sin recibirlo”.

Más adelante narraba que las irregularidades trajeron consigo el aumento de la capacidad de almacenaje y el deterioro de las redes. Todo ello había sido planteado en las reuniones de rendición de cuenta del delegado a sus electores, pero el problema seguía sin resolverse. Según relataba, en el último semestre la situación se tornó crítica, pues el bombeo era solo una o dos veces por semana y en horarios que él califica de imprudentes, al coincidir con la madrugada, cuando muchos dormían y al desbordarse los tanques el líquido se derramaba.

“¿Con quién se consultó este horario que mantiene a gente trabajadora despierta toda una madrugada para acceder al preciado líquido?, ¿quién responde por toda el agua que se bota?, ¿qué pasaría si esto sucediera en Sancti Spíritus, en Cabaiguán o en Trinidad?”, preguntaba el lector.

Interrogado al respecto, Jorge Luis González Yanes, director municipal de Acueducto en Cabaiguán, confirmó que la situación en Jíquima de Peláez era realmente crítica y aseguró que en los primeros días de abril se regresó a la normalidad. “Se estaba bombeando con un equipo de menor caudal que el requerido; en lugar de 60 litros por segundo salían solo 45, pues no contábamos con la bomba adecuada. Ya hay en uso una que deja de bombear solo en el horario pico (entre 5:00 p.m. y 12:00 m.)”, especificó.

Explicó la fuente que se estaba bombeando por el día para una zona de la comunidad y por la noche para la otra, pues no tenían más alternativas. Esta reportera confirmó vía telefónica el suministro de agua en el mencionado lugar, donde se habla de abasto “un día sí y otro no, pero ya sin crisis”. Sí ha pasado, puede agregar, que en la cabecera provincial determinadas zonas permanezcan durante 10 y hasta más años en situación similar.

Delia Proenza y y Adriana Alfonso

Texto de Delia Proenza y y Adriana Alfonso
Máster en Ciencias de la comunicación. Especializada en temas sociales. Responsable de la sección Cartas de los lectores.

Comentario

  1. Me parece muy bien todo lo aue se está haciendo y lo que queda por hacerse

Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *